De la clásica sangría a los experimentos de alta coctelería, hoy el vino se acoda en las barras con sobrada comodidad. Spritz, aperitivos y espumantes marcan la cancha en lo que va del año.
Hace cinco años hablar de tragos con vinos era algo prohibido en nuestro medio, casi un desprestigio para el noble producto de la vid que se bebe puro y un deshonor a su abolengo. Pero eso era hace cinco años. Hoy las cosas han cambiado bastante, de la mano de nuevas tendencias y, sobre todo, nuevos hábitos de consumo en donde las marcas de bebidas pusieron el ojo y las apuestas.
El fenómeno más interesante y reciente son los Spritz. Con ese nombre se conocen en la coctelería a los tragos que se hacen a base de vino espumante –dulce o seco-, hielo y un dash –lo que comúnmente se llama “chorro”- de un bitter o amaro para perfumar y reforzar el sabor. Muy típicos del Véneto, Italia, y exitosos en Alemania, donde ganaron fuerza la década pasada, ahora le dan la vuelta al mundo con furor creciente. Vuelta que tiene, a comienzos de 2013, su parada en Argentina.
Motivados por el alza de los espumantes y por el creciente consumo de aperitivos del que no se conocen cifras duras –aunque la presencia en restaurantes y barras del país da sobrado testimonio-, este año desembarcaron dos grandes del negocio de bebidas con sus versiones de aperitivos para Spritz: desde enero el grupo Campari importa oficialmente su famoso Aperol, un bitter liviano, perfecto para combinar con espumantes secos o dulces (del que te conté acá); mientras que Gancia se lanzó a la carrera presentando en sociedad su Gancia Spritz, bitter al que la marca le diseñó dos espumantes a medida, que se venden como Fratelli Gancia Italian Dolce y Secco.
Pero ahí no termina la cosa. En los últimos dos años también llegaron algunos Proseccos desde Italia. Ni más ni menos que vinos espumantes ligeros que, en materia de combinaciones, son el ABC de los Spritz de moda en el mundo. Marcas como Canevari o Martini desembarcaron en nuestro país con foco en la alta coctelería.
Tragos directos
En la misma línea, 2012 marcó el inicio de una escalada por acercar el vino a la coctelería con tono local. Marcas como Chandon, Navarro Correas y Norton, venían trabajando en esa hipótesis. La idea, comentaban en bambalinas sus gerentes de marketing, era llevar al vino a nuevas situaciones de consumo en la que los códigos de referencia, es decir el ABC que demanda de conocimiento para poder elegir, fueran menores y así potenciar su consumo entre los jóvenes en edad legal.
Cada empresa optó por su camino. Chandon lanzó Délice en marzo del año pasado, un espumante dulce que combina muy bien como trago directo, con hielo y albahaca o pepino, por ejemplo. Mientras que Navarro Correas desarrolló algunos tragos que llevó a sus acciones y Norton apuntó a ser la bebida compañera de Aperol, por medio de un joint venture con su Cosecha Tardía y Norton Extra Brut. No fueron los únicos. Familia Schroeder propuso para este verano una serie de tragos con sus espumantes, como Saurus Rossini –con pulpa de frutilla- y Bellini –con pulpa de durazno-; en tanto que Domaine Vistalba propuso su Phebus Spritzer, ni más ni menos que Chardonnay con hielo y soda.
Concursa y triunfarás
De todas estas experiencias, una cosa queda clara: a la industria del vino le tienta el negocio y los consumidores de la coctelería. Y ya no sólo con el viejo clericó, que ahora se puede beber en alguna de las barras más reputadas del país como un guiño nac&pop más bien chic. Sino como un puente hacia consumidores nuevos a quienes no seduce la complejidad del vino.
Quizás por eso los experimentos de coctelería vínica suelen ser con productos especiales y no con vinos de línea. El caso de Malamado, de Familia Zuccardi, es emblemático. Al diversificar su oferta con un Dry apuntó al corazón de la coctelería como un alcohol logrado para tragos y hasta organiza un concurso para bartenders para promocionar su uso.
De Aperol Spritz al Malamado Bellini, en este 2013 el vino parece acordase en la barra a la caza de nuevas oportunidad y consumidores.
Fuente: planetajoy.com
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