El Gourmet Urbano: Qué hacer y qué no hacer en un restaurante.

viernes, 12 de julio de 2013

Qué hacer y qué no hacer en un restaurante.

En las grandes ciudades no es habitual que una persona vaya a su trabajo y regrese a casa a la hora del mediodía para almorzar. Lo más habitual es que haga su comida fuera de casa bien en un restaurante, en la cafetería de la empresa, si es una gran empresa o bien, como hacen muchas otras personas, puede que lleve su propia comida de casa.

 

Foto  infomatique  Mesa de un restaurante.

 

Sea por la razón que sea, cuando se come fuera de casa hay que guardar unas mínimas pautas de comportamiento en el restaurante y mostrar respeto por las personas que nos atienden.

 

Elegir un sitio. Si es cliente habitual los empleados del restaurante será probable que ya conozcan sus gustos. Si acude por primera vez elija un sitio que le guste por sus vistas, su tranquilidad o por cualquier otra razón. Si va acompañado, puede preguntar a los demás por el sitio que más les apetezca.

Encuentros. Si ve a alguna persona conocida en otra mesa, puede hacer un ademán de saludo desde la distancia, sobre todo si está comiendo, para evitar interrumpirlo. Si no está comiendo, puede acercarse a saludar, si está solo o en compañía de personas conocidas comunes a ambos. No debe acercarse si está acompañado de personas que usted no conoce,  a no ser que esta persona le haga indicaciones para que se acerque a su mesa (a lo mejor le desea presentar a alguna persona).

 

"No se acerque a las mesas de los conocidos, salvo excepciones; haga simplemente un saludo en la distancia"

 

Trato. Tanto para dirigirse al camarero como a cualquier otro empleado del restaurante hágalo con educación y respeto, empleando un tono de voz adecuado y sin utilizar gestos o aspavientos demasiado llamativos. No es cuestión de que todo el restaurante se entere. Si tiene alguna queja con el trato, no monte escándalos, diríjase al encargado o jefe de sala. Si tiene mal día, tampoco debe pagarlo con los empleados del restaurante.

 

Comer. Las normas que se aplican en cualquier comida, bien sea en casa o fuera de ella, son las únicas válidas para utilizar en el restaurante. No hablar con la boca llena, no beber cuando aún se tiene comida en la boca, no colocarse la servilleta a modo de babero, no utilizar los cubiertos para otra finalidad que no sea tomar los alimentos, seguir el ritmo del resto de los comensales, esperar a que todos estén servidos para empezar a comer, no apoyar los codos sobre la mesa, etc.

 

La mesa. Sobre la mesa solo deben estar los elementos propios de cualquier mesa, nada de agendas, teléfonos móviles, ordenadores, pintalabios, polveras, maletines, etc.

 

La cuenta. Si va solo no hay problema alguno. Si va acompañado, paga la cuenta quien invita, salvo que previamente se haya acordado otra cosa, como por ejemplo, pagar a escote (partes proporcionales al número de comensales). No es muy elegante ponerse a hacer cuentas delante del camarero; puede pagar una persona y luego "hacer cuentas" con el resto de los comensales.

 

La propina. Dependiendo del país donde resida puede ser una elección voluntaria o bien, puede ser casi una obligación. En cualquiera de los casos, en la propina entra un componente importante a la hora de calcular su importe, la valoración de los comensales sobre el servicio y el trato recibido. Esta valoración puede aumentar o disminuir el importe de una propina. Es bueno reservar algunas monedas o billetes de pequeño importe para cualquier otro servicio que pueda ofrecer el restaurante como servicio de guardarropa, el aparcacoches, etc.

 

La sobremesa. Los empleados del restaurante también tienen su horario de trabajo. No es muy correcto hacer una larga sobremesa cuando los empleados solo esperan por ustedes para salir del trabajo o hay otros clientes que esperan por la mesa. A la hora del almuerzo, además porque deben preparar de nuevo las mesas y limpiar el local para tenerlo todo listo para la hora de la cena, y para poder tener ese tiempo de descanso que necesitan hasta la hora de la cena.

 

Gratitud. No solo la propina es suficiente para demostrar un buen servicio. Puede expresar de forma verbal su gratitud por la atención recibida, por lo exquisita que estaba la comida, por lo bonito que está decorado el local, etc.

 

Saludos y despedidas. Tanto cuando llega al restaurante como cuando lo abandona, debe saludar al personal que le recibe y que le despide, así como a cualquier otra persona con la que tiene contacto al entrar o salir: guardarropa, maitre, sumiller, etc.

 

Fuente: protocolo.org

 

 

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