Estas pechuguitas me han recordado mucho un guiso que hacía mi madre en verano, cuando había tomates y pimientos en abundancia. Ha sido una de las comidas de este verano, que nos ha gustado a todos. Con un buen pan para mojar en la salsa, con patatas fritas, o con un poco de arroz blanco, es un plato sencillo y delicioso.
- Produce: 4 Raciones
- Prep: 20 min
- Cocina: 40 min
- Listo en: 60 min
Ingredientes
- 600 g pechugas de pollo
- 3 puerros
- 1 pimiento rojo
- 1 kg tomate
- 1 cerveza
- sal
- pimienta blanca
- aceite de oliva virgen extra
Preparación
- Se empieza preparando el tomate. Yo suelo hacer gran cantidad de este tomate, con el que luego hago tomate frito casero. Es una de las tareas del verano, cuando el tomate está en su mejor momento.
- Se escaldan y pelan los tomates, se limpian de semillas, se trocean y se pone al fuego. Se mueve para evitar que se pegue y se tiene en el fuego hasta que ha perdido toda el agua. Luego ya está listo para hacer tomate frito, o así, hecho "pasta de tomate" se tiene listo para preparar otros platos. Se puede pasar por un pasapuré (no me gusta usar la batidora) o dejarlo tal cual, porque los trocitos de tomate están casi deshechos.
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- En una sartén, con el fondo cubierto con aceite de oliva, se saltean las pechugas, procurando que queden doraditas. Y se reservan. En la misma sartén se saltean los puerros y el pimiento, y cuando se han paochado, se incorporan las pechugas y se saltea todo junto durante unos minutos.
- Luego se añade el tomate y la cerveza, se sazona con sal y pimienta y se deja a fuego suave hasta que se consume la salsa.
Este tipo de guiso es perfecto para llevar en el tupper, porque la salsita hace que quede jugoso y se pueda calentar bien en el micro
Fuente: Las Recetas de Mamá
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