Primero se cuece el huevo en agua, como siempre, pero a los 3 minutos del hervor se los retira, se les dan unos golpes con una cuchara para quebrar un poco toda la cáscara, sin quitarla y se le agrega al agua salsa de soja, té negro o Pu-Erh, anís estrellado, pimienta, algo de canela y jengibre.
Se los deja cocer por unos 5 minutos más y se apaga el fuego. Dejándolos en la infusión unos minutos más hasta que se entibien.
Luego al pelarlos te encontrarás con el efecto marmolado y un estupendo sabor.
Generalmente los verás en los puestos callejeros en China, los comen a todas horas, pero con preferencia por la mañana en el desayuno.
¿Se animan a probarlos?
Fernando E. Padín S.
Fuente: Para mimar los sentidos
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