Los sabores ácidos que aportan muchos alimentos vegetales hacen que su maridaje con el vino resulte muy complicado. Una de las mejores alternativas para acompañar estos platos es la cerveza, pero… ¿qué variedad?, ¿cómo elegir la más adecuada en cada caso? ¡Te lo contamos!El mundo vegetal es uno de los más difíciles a la hora de encontrar maridajes que funcionen. Si te gusta el vino, seguro que has comprobado en más de una ocasión cómo al degustarlo con alimentos como las alcachofas, los espárragos, las vinagretas de las ensaladas…. el resultado en boca no es demasiado agradable. Y es que hay ciertos componentes de las verduras (generalmente ácidos) que nos dejan aromas y sabores capaces de deformar muchas bebidas. Algo que no ocurre con ciertas cervezas. De hecho, hay variedades que hacen una gran ‘pareja de baile’ con las recetas ‘verdes’. ¿Cuáles? Estas son las recomendaciones que, en este sentido, nos proponen desde la ‘Asociación de cerveceros de España’:
- Las recetas elaboradas a base de verduras aromáticas (apio, hinojo…) que dejan en la boca intensos aromas balsámicos, combinan bien con las cervezas de ligero aroma a lúpulo y sin demasiado contenido alcohólico.
-Las alcachofas van muy bien con las cervezas de sabor intenso. El sabor metálico y dulzón de esta hortaliza encuentra en ellas un contrapunto muy equilibrado.
-Las sopas frías de vegetales típicas de la gastronomía española, como el gazpacho, el salmorejo y el ajoblanco, siempre avinagrados y con fuerte aroma a ajo, combinan estupendamente con una cerveza lager de suave aroma a lúpulo. La cerveza limpia la boca de la acidez del vinagre y del fuerte sabor a ajo.
-El hecho de que las ensaladas contengan vinagre coloca cualquier receta fuera de juego a la hora de encontrar armonía con los vinos. Y es aquí, donde las cervezas desempeñan un papel estelar y se prestan a magníficos encuentros. De forma genérica, las cervezas ligeras y de cuerpo medio suelen ser buen acompañante de este tipo de recetas.
-Las ensaladas de hoja verde de aliños ácidos (de vinagre o limón) se maridan muy bien con cervezas de estilo belga o de trigo. Para las ensaladas aliñadas con mostaza o con vinagres fuertes (Módena, de Jerez...), o con aliños agridulces, acompaña muy bien una cerveza con fuerte aroma amargo a lúpulo, que pone el contrapunto perfecto.
-Cuando las ensaladas sean de verduras decididamente amargas, como las endibias, y además se acompañen de quesos azules (mezcla muy frecuente), puede verse muy bien acompañadas con cervezas de más cuerpo pero con poco amargor.
-Las ensaladas especiadas, que no lleven ningún elemento ácido como el vinagre o el limón, pueden maridarse con cervezas fuertes de sabor suave a lúpulo. Las que contienen quesos de cabra, a veces perfumadas con albahaca, combinan estupendamente con una cerveza ale, que consigue equilibrar esta mezcla de aromas y sabores.
-Los pistos manchegos y las propias salsas de tomate con otros vegetales también entablan armonías muy interesantes con las cervezas a causa de la acidez del tomate, ingrediente que tras sofreírse con aceite de oliva, acentúa sus propiedades sápidas e impregna con su sabor el resto de las verduras que intervienen en la receta.
-También las menestras son platos de ‘alto riesgo’ a la hora de maridarlos con vino a causa de sus sabores ácidos y agresivos (el amargor de las habas, el metálico de las alcachofas, la acuosidad de los espárragos). De ahí que este tipo de recetas encuentren también en la cerveza una gran compañera de viaje.
Fuente: Hola
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