Mito: El café crea adicción por su contenido de cafeína
Es de todos sabido que el café contiene cafeína, sustancia con efectos psicoactivos, es decir, que actúa como estimulante del sistema nervioso central. Sin embargo esto no significa que favorezca un comportamiento adictivo. Los efectos más notables de la cafeína sobre el comportamiento, son el incremento del estado de alerta, una mayor capacidad de concentración y la sensación de tener mayor energía, lo que ocurre después de consumir una cantidad moderada de café, es decir de 2 a 4 tazas (50 a 300 mg de cafeína). Este nivel de consumo difícilmente representa un riesgo para la salud y hay que considerar que el consumo de café es gradual durante el día. El contenido promedio de cafeína dependiendo del método de preparación del café se presenta en el siguiente cuadro:
Modo de preparación
La cafeína se absorbe en el estómago en aproximadamente 45 min después de haber ingerido el café y posteriormente se metaboliza en el hígado para luego ser eliminada en la orina. Se ha mostrado que el riesgo de adicción a la cafeína es muy bajo
Mito: Tomar café deshidrata
Se ha difundido ampliamente la importancia de estar bien hidratado y es del dominio público que existe una recomendación de beber aproximadamente 2 litros de agua al día, para mantener el balance de fluidos en el organismo necesario para su buen funcionamiento. Es relevante mencionar que la cantidad de agua recomendada incluye a todos los líquidos que durante el día consumimos, entre los que puede encontrarse el café. Sin embargo, se ha llegado a recomendar que debería tomarse un vaso de agua con cada taza de café o una de té que se beba, para evitar la deshidratación. Este mito sobre la deshidratación y el café, surgió hace muchos años cuando se sugirió que la cafeína tenía efectos diuréticos. Pero como sucede con muchas sustancias, la intensidad de la respuesta depende de la dosis, así cuando el consumo es en grandes dosis (más de 500 mg), la cafeína promueve la diuresis.
Por otra parte, un estudio publicado en 2002 concluyó que la retención corporal de líquidos con cafeína es de alrededor de 84% y la del agua es de 81% y no se encontró evidencia de desequilibrio en los niveles de electrolitos que pudieran atribuirse al consumo de café. Hoy se sabe que el consumo regular de cafeína (alrededor de 300 mg) promueve el desarrollo de tolerancia contra el efecto diurético.
Mito: El café no es benéfico en programas de control de peso
La asociación entre el consumo de café y el riesgo de padecer obesidad ha sido objeto de muy diversos estudios, entre los que se encuentran aquellos que generan evidencia fuerte, como los prospectivos y de cohorte, que indican una asociación inversa entre el consumo de café y las consecuencias de la obesidad. No obstante, consumir unas cuantas tazas de café no es la respuesta cuando se padece obesidad.
Algunos estudios epidemiológicos sostienen la hipótesis de que el consumo habitual de café se asocia con la reducción de una variedad de indicadores de la obesidad en particular con una mejor tolerancia a la glucosa y un mejor perfil lipídico, entre otros. En estudios con animales de experimentación a los que se ha inducido la obesidad, el consumo de café ha sido asociado con un decremento en el peso corporal, la adiposidad, los triglicéridos y la energía ingerida. Además, los animales mostraron resistencia sistémica a la insulina quizá debido a la cafeína.
El consumo de cafeína en dosis de 5 mg/kg de peso corporal (aproximadamente de 2 a 3 tazas de café) es suficiente para movilizar la utilización de la grasa como combustible, lo cual se ha demostrado al evaluar el incremento significativo de la oxidación de la grasa intramuscular, aunque también se utiliza la grasa extramuscular, por lo que se usa el café en algunos programas para bajar de peso. La concentración máxima de cafeína después de ingerirla, se alcanza en alrededor de 30-45 min, se metaboliza en aproximadamente 3 horas y se excreta prácticamente en su totalidad, por la orina.
Mito: El consumo de café aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular
Frecuentemente la relación entre el consumo de café y la enfermedad cardiovascular ha sido un tema controversial, ya que se había sugerido que tomar café podía afectar negativamente el sistema cardiovascular. No obstante, recientemente se ha mostrado que el consumo de café reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Un meta-análisis que comprendió estudios realizados en un intervalo de 42 años, sugirió que el consumo moderado de café (1 a 2 tazas al día) puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiacas.
Por Dra. Ruth Pedroza
Ingeniería de Alimentos
Universidad Iberoamericana
Fuente: Nescafé
Vía: Revista Saludable
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