Son muchas las variedades de pavo que se comercializan en el mercado, desde embutidos bajos en grasa, hasta filetes y asados enteros, pero hay que tener cuidado con el abuso de ellos ya que puede llegar a resultar perjudicial para tu salud.
Esta claro que la carne de pavo tiene muchísimas propiedades nutricionales que la hacen atractiva. Al organismo es capaz de aportar grandes cantidades de zinc, un compuesto imprescindible que previene el acné, ayuda a sintetizar proteínas, colágeno, ayuda al funcionamiento de la glándula prostática, cicatrización de heridas, desarrollo de los huesos, es un potente antioxidante, absorbe la vitamina A e interviene en el mantenimiento del olfato, gusto y vista. También contiene un aminoácido que regula la segregación de serotonina, compuesto que ayuda a regular el sueño, por lo que se recomienda consumir por la noche.
Además de las razones hay muchas otras por las que consumir este alimento el cual es una gran fuente de proteínas, que ayudan a que el organismo se desarrolle, produzca nuevas células y se fortalezca el sistema inmunitario. Otro de los componentes clave de la carne de pavo es el selenio, que ayuda a la prevención del cáncer y su mortalidad.
Seguro que consumes este alimento muchas veces al día, pero, ¿tiene grasas, engorda mucho? La respuesta es no, pero con matices. Hay personas que consumen el pavo en forma de embutido y lo cenan con frecuencia, cuando esto no es nada recomendable porque es carne procesada, por lo que se debería comer solo de vez en cuando.
La mejor opción es comer carne de pavo fresca porque tiene un aporte calórico muy bajo, ya que no contiene muchas grasas. La mayor parte de estas se encuentran en la piel, por lo que es recomendable retirarla antes de cocinar y para que resulte saludable. Además, muchas de sus grasas saturadas son buenas para la salud, en especial para el corazón, porque ayuda a reducir los niveles de colesterol malo.
Fuente: Femenino.info
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