Para escoger la fruta en su punto óptimo de maduración, hay que prestar atención a las pistas que dan su textura, su color, su aroma y hasta su sonido
Se acerca la temporada de las frutas más coloridas, atractivas y jugosas. En breve, los albaricoques, melocotones, melones y sandías perfumarán con su aroma dulzón los mercados y las fruterías. Es muy fácil tentarse con estas piezas pero, antes de extender la mano y cargar el carrito con ellas, conviene tomar nota de algunos trucos para conocer si están en su punto. Y es que la fruta debe estar madura para que sepa a lo que tiene que saber. Así que si hay dudas, lo mejor es aprender cuáles son las señales de que la fruta que se tiene delante está en su punto óptimo de maduración. En el siguiente artículo se dan unos cuantos consejos para elegir buena fruta.
Imagen: noblige |
Elegir un melón dulce y jugoso
Durante todo el año se consumen melones que son cultivados en invernaderos, pero no tienen el sabor de los cultivados al aire libre. Los buenos llegan con el sol a partir de junio.
- El melón se debe comprar en su punto, listo para ser consumido. De nada sirve adquirirlo antes de madurar y esperar a que alcance el punto de maduración en la despensa, ya que el azúcar necesario para ello solo se puede conseguir si está todavía en la planta.
- Buscando su dulzor, no hay que fiarse solo de su olor, pues es engañoso. Eso sí, el melón que se debe rechazar es aquel que huele a pepino o pepinillo.
- Tiene que tener un color homogéneo verde, con ligeros toques amarillos, que da una pequeña pista de que está maduro.
- El melón fresco se puede tomar como fruta de mesa, pero en una ensalada con un toque de aceite de oliva, hierbabuena y unas virutas de jamón ibérico es una delicia. También queda exquisito macerado en vino dulce y guardado en la nevera para servir como entrante.
¿A qué suena la sandía perfecta?
La sandía figura como una de las frutas estrella de la época estival. De forma redondeada, grande y con un potente color verde exterior, si la parte inferior (donde ha estado en contacto con el tallo) tiene un tono ligeramente amarillento, es indicativo de que la sandia puede estar en su punto.
- Los expertos al palpar y golpear con cuidado el exterior de las sandías aseguran que debe sonar a hueco. De esta manera, se comprueba que está madura y lista para consumir.
- El interior debe ser de un color rojo casi púrpura, sin estrías de carne blanca. De esta forma se conseguirá probar las mejores sandias del momento. Como es muy grande, también se comercializa partida por la mitad; esto ayudará a asegurarse el sabor que se está buscando y que está perfecto de punto de madurez.
- En el momento de comer la sandía se puede preparar tal cual, troceada y fresquita, con unas lonchas de salmón ahumado o como ingrediente de una macedonia de frutas frescas. Y, si se quiere, se puede transformar en zumos, sorbetes y helados. Es una de las frutas que contiene más agua.
Melocotones en su punto
- El momento de recolección del melocotón es entre junio y agosto. Solo alcanza su punto de maduración en el árbol, por lo que, una vez recolectado, no es posible hacerlo madurar.
- Cuando se compren melocotones estos deben estar con la piel lisa y sin manchas y ofrecer un tacto con cierta consistencia.
- Si están un poco duros al adquirirlos, habrá que introducirlos en una bolsa cerrada. En tan solo en unas horas estarán más blandos, aunque este truco no variará su sabor ni hará que tengan el mismo gusto de un melocotón maduro.
- Otra manera de saber si está maduro es observar la parte del tallo: si cede con facilidad, es un indicativo de madurez.
- Su olor debe ser suave y afrutado. Su aroma y su sabor van de la mano.
- En el caso de esta fruta, el color no es indicativo de madurez, ya que hay variedades de melocotones rojos y amarillos.
- Como es una fruta rugosa y con pelillo en la piel, antes de comerla se debe lavar con agua templada para eliminar la posible presencia de insecticidas.
El melocotón consumido en su temporada, fresco, es una delicia. Se degusta en confitura, como guarnición asada, con un toque agridulce y de aceite de oliva. Desde luego, en los postres es donde da mejor resultado, ya sea cocinado con vino o como acompañamiento con un helado de vainilla.
Albaricoques, aterciopelados y de color uniforme
- Es una fruta temprana en la primavera, pues se puede encontrarla ya durante el mes de mayo. Su piel ha de ser lisa, aterciopelada, sin manchas ni magulladuras y de un color amarillento casi anaranjado.
- Si hay rugosidad en la piel o tiene picadas, no hay que adquirirlos; no es un buen signo de calidad.
- En el momento de la compra su textura ha de ser tersa, pero no en exceso, porque puede ser signo de inmadurez.
- Si se pueden abrir por la mitad fácilmente con los dedos dejando al descubierto su hueso central, significa que está a punto de maduración -pero, claro, esto solo se puede hacer en casa, no en el mercado-.
- Si está muy duro y poco maduro es indigesto, por lo que no es recomendable comerlos si no están en su punto de maduración.
Si el albaricoque está muy maduro, y es fácil de que esto ocurra, se puede aprovechar para hacer confituras y mermeladas. Asimismo, esta es una fruta que se consume fresca o cocinada en tartas, como ingrediente de bizcochos, en zumos, en licuados y como componente de ensaladas frescas.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario