Sin embargo, uno de los problemas que tiene es que es muy calórica y no siempre lleva los ingredientes más saludables para nuestro cuerpo y nuestro organismo. La buena noticia es que eso tiene solución. Basta con elaborarla en casa y saber elegir los mejores ingredientes para crear una pizza deliciosa, al mismo tiempo que saludable.
Los beneficios de las pizzas caseras
Una de las ventajas que tiene la pizza es que, cuando la elaboramos en casa, podemos elegir los ingredientes que utilizamos. Esto quiere decir que, con los ingredientes correctos, lo que tenemos es un alimento con gran cantidad de nutrientes.
El problema viene cuando elegimos pizzas que no elaboramos nosotros, que compramos hechas, que contienen grandes cantidades de grasas poco saludables, azúcares y carbohidratos simples. Por ello, nuestra mejor opción es, siempre, elaborarla nosotras mismas.
Para una pizza más sana: ingredientes de la base
Uno de los problemas que las pizzas suelen presentar es la masa. Principalmente porque están elaboradas con harina refinada, lo que únicamente nos aporta carbohidratos simples, de rápida absorción, que no tendremos tiempo de gastar antes de que se acumulen en forma de grasa.
Por ello, fijarnos en los ingredientes que utilicemos para la base es un parte muy importante para conseguir elaborar una pizza un poco más sana. Estas son algunas de nuestras opciones:
- Base con harinas integrales: si no quieres renunciar a las bases de harina, existe la opción de optar por harina integral. Este tipo de harina nos aporta carbohidratos complejos que se absorben con mayor lentitud, no generando picos de energía.
- Base de coliflor: una de las opciones alternativas más utilizadas para conseguir una base de pizza más sana. Puede generarnos dudas si nunca las hemos probado, pero la verdad es que la coliflor no aporta casi sabor a la pizza, por lo que no alterará el sabor de lo que le pongamos encima. Nuestros compañeros de Directo al Paladar nos enseñan cómo preparar una base de pizza a base de coliflor.
- Base de berenjenas: otra opción que tenemos es escoger una verdura que nos guste y podamos cortar en láminas o rodajas finas para hacer con ellas una base para mini pizzas, tal y cómo nos enseñan aquí los chicos de Directo al Paladar.
Los ingredientes adecuados para combinar sobre la masa
Ahora que ya tenemos una base de pizza más sana, solo nos queda seguir manteniendo esta tendencia eligiendo bien los ingredientes que vamos a utilizar sobre la masa. Una cosa importante que debemos tener en cuenta es elegir alimentos lo más "reales" posibles, huyendo de procesados, y prefiriendo lo que hayamos cocinado nosotros en casa.
- El tomate: no hay pizza sin salsa de tomate, eso es algo que sabemos. Si queremos una pizza más sana no hace falta renunciar a él, pero sí es preferible que usemos una salsa de tomate que hayamos hecho nosotras mismas en casa, evitando tomates fritos, y teniendo el control de si le echamos azúcar o no y cuánto le echamos.
- Para el queso, algunos de los mejores que podemos utilizar son mozzarella fresca o queso fresco, ya que tienen una menor cantidad de grasa.
- Verduras, hortalizas y vegetales como ingrediente principal: la realidad es que casi cualquier verdura u hortaliza que se nos ocurra puede pegar perfectamente en una pizza. Desde pimientos, brócoli, calabacín, setas, champiñones, berenjena, cebolla, aceitunas, maíz y un largo, etc. Cualquier cosa que se te ocurra y quieras probar.
- Mejor carnes magras y pescados: estamos acostumbrados a comer pizzas con salami, jamón york, salchichón, chorizo, etc. Sin embargo, estas opciones de carne más procesadas no son las más saludables. Si queremos añadirle algo más que verduras, nuestra mejor opción para una pizza sana es utilizar carnes magras como la pechuga de pollo o pavo a la plancha o al horno. También podemos incluir pescados como el atún, las sardinas, caballa, etc. O incluso mariscos como los langostinos o las gambas.
IRIA REGUERA
Fuente: Trendencias
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