Un tema controversial en el mundo del vino
Cuando descorchamos una botella, advertimos que las bodegas utilizan diferentes tapones y en ésta cuestión, aún se sigue innovando. Tema controversial como otros, en el mundo del vino, el tapón a utilizar. Y a decir verdad, el elegido depende de muchos factores que van desde la edad del vino, destino, guarda, costos y escasez, hasta opiniones personales.
Los tapones sintéticos, alternativa a los de corcho natural, surgieron a finales de los años 80 como respuesta a la problemas particulares. Estos tapones están elaborados con polímeros y rellenos de un material termoplástico con cualidades elásticas. Son más baratos, garantizan que el vino no se verá afectado por el TCA pues su material es inerte y además mantienen el ritual del descorche. También permiten que el vino pueda conservarse en vertical ya que impiden el paso total de oxígeno.
Por sus características se recomienda que se utilicen en vinos de consumo inmediato pues al ser tapones que sellan completamente la botella no permiten que evolucionen aquellos vinos que son de guarda y necesitan hacerlo en botella.
Como desventajas hay que señalar que los materiales empleados en su utilización tienden a contraerse a partir de los 3 años en la botella, por lo que su uso no es recomendable en vinos con tiempos superiores. Además, su sellado ante la entrada de aire es mucho menos eficaz que el ofrecido por el tapón de corcho natural. Además, su utilización puede favorecer la aparición de sabores y aromas químicos en el vino.
Bodega Aconquija posee un varietal de Syrah envasado bajo la línea Alberto Furque, que utiliza un tapón sintético, pero con alguna particularidad. El tapón tiene también una capa de silicona que impide el contacto con el aire.
Siendo cosecha 2013, podría suponer que comenzó el declive de la función del tapón pero al probarlo encuentro que es un vino sin filtrar de color rojo-violáceo intenso, con aromas a frutos rojos, cuero, tabaco y especias. Taninos equilibrados que en boca dejan un final prolongado y persistente.
Entonces, puedo especular que la tapa superior tiene como fin asegurarnos la calidad de éste vino algo más que los 3 años que nos promete el tapón sintético.
Por sus características se recomienda que se utilicen en vinos de consumo inmediato pues al ser tapones que sellan completamente la botella no permiten que evolucionen aquellos vinos que son de guarda y necesitan hacerlo en botella.
Como desventajas hay que señalar que los materiales empleados en su utilización tienden a contraerse a partir de los 3 años en la botella, por lo que su uso no es recomendable en vinos con tiempos superiores. Además, su sellado ante la entrada de aire es mucho menos eficaz que el ofrecido por el tapón de corcho natural. Además, su utilización puede favorecer la aparición de sabores y aromas químicos en el vino.
Bodega Aconquija posee un varietal de Syrah envasado bajo la línea Alberto Furque, que utiliza un tapón sintético, pero con alguna particularidad. El tapón tiene también una capa de silicona que impide el contacto con el aire.
Siendo cosecha 2013, podría suponer que comenzó el declive de la función del tapón pero al probarlo encuentro que es un vino sin filtrar de color rojo-violáceo intenso, con aromas a frutos rojos, cuero, tabaco y especias. Taninos equilibrados que en boca dejan un final prolongado y persistente.
Entonces, puedo especular que la tapa superior tiene como fin asegurarnos la calidad de éste vino algo más que los 3 años que nos promete el tapón sintético.
DARIO LE BIHAN
Fuente: Ser Argentino
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