El Gourmet Urbano: #CERVEZAS | Sparkling Ale y otros estilos de cerveza olvidados

viernes, 20 de diciembre de 2019

#CERVEZAS | Sparkling Ale y otros estilos de cerveza olvidados

Aunque ha sido la única cerveza de estilo propio en Australia, actualmente el consumo de las Sparkling Ale es minoritario y solo la fabrica la cervecera Coopers Brewing

El nacimiento de la Sparkling Ale


Aunque actualmente probablemente sea la bebida más popular, la historia de la cerveza en Australia ha sufrido el invasivo sesgo colonizador. Esto hace que sea prácticamente imposible conocer sus orígenes antes de 1788, cuando comenzó la llegada europea.


Fue a partir de esa fecha cuando empezaron a abrirse fábricas para elaborar la cerveza al estilo del viejo continente, sustituyendo paulatinamente al ron, la bebida más consumida durante gran parte del primer siglo de asentamiento.

Sin embargo, los productores se encontraron con numerosas complicaciones al intentar replicar la tradicional Ale británica en el clima australiano, predominantemente cálido. A esto se sumaron los problemas de suministro de los ingredientes, exportados desde Europa, y la falta de escrúpulos de muchos cerveceros, que adulteraron la cerveza añadiéndole productos como el sulfato de cobre, el tabaco o el cocculus indicus, un veneno neurotóxico que aportaba amargor y una mayor sensación de intoxicación para el bebedor.

Todo esto provocó la mala fama de estas cervezas locales debido a su escasa calidad, por lo que los consumidores preferían las bebidas de importación, a pesar de los esfuerzos por fomentar la industria del gobierno local.


La cerveza espumosa y ligera de los australianos


A mediados del siglo XIX el nuevo estilo Pilsner comenzaba a imperar en el mundo y se popularizaron las cervezas pálidas como en centros cerveceros europeos como Munich o Dortmund. Por su parte en Australia comenzó a fabricarse una ‘cerveza espumosa’ y ligera, más adecuada para su clima australiano y que no requería los gastos adicionales de refrigeración asociado con la producción de lager. Así nacía la Sparkling Ale.

Esta nueva cerveza era más clara en color y cuerpo que las cervezas británicas. Se acondicionó en botella con una carbonatación mucho más alta de lo habitual, que dio origen a su nombre. Esta mayor carbonatación ayudó a la sensación de ligereza, mientras que la levadura mantuvo el cuerpo medio y agregó algo de suavidad.

El estilo parecía particularmente popular en las ciudades de la fiebre del oro, donde se le conocía como «light ale» o «light bitter».

Desafortunadamente, esta cerveza no pudo detener la ola de popularidad de las nuevas cervezas en las colonias australianas y, a principios del siglo XX, solo una cervecera todavía la producía, la Coopers Brewing, fundada en 1862.

Actualmente esta sigue siendo la principal cervecera que comercializa el único estilo endémico australiano, aunque algunos pequeños productores están elaborando sus propias versiones de este estilo casi olvidado.



Otros estilos casi extintos


Además de la Sparkling Ale otros muchos estilos de cerveza han visto disminuir su popularidad hasta prácticamente desaparecer.

Kentucky Common

Uno de ellos es el Kentucky Common, considerada una ‘cerveza histórica’ en la Guía de Estilos del Beer Judge Certification Program, un reconocimiento reservado a aquellos estilos que ya no se producen y de los que sólo se conocen recreaciones.

El Kentucky Common, nació al sur de Estados Unidos y se comercializó en el área metropolitana de Louisville Kentucky desde la Guerra Civil hasta la Ley Seca.

Lo más característico de este estilo era su rápida producción y bajo precio. Muchos expertos apuntan que se trataba de una variedad suave de las Cream Ale, muy populares en aquella época.

Pese a que durante dos décadas fue la cerveza más consumida de Louisville, tras la prohibición el estilo murió y las pocas cervecerías que sobrevivieron se especializaron en producir cervezas Lager.

Como apuntan desde Cerveceros de México, «la Kentucky Common solía tener un color oscuro, con un carácter centrado en la malta. Tenía un nivel alto de carbonatación, lo que la hacía bastante refrescante, mientras que su ABV no excedía el 5.5% y su IBU no pasaba de los 30».


Grodziskie


Otro estilo prácticamente extinto es el polaco Grodziskie, una Ale con bajo volumen alcohólico. Esta cerveza destacaba por estar elaborada con trigo en lugar de cebada. Además, tenía un punto ahumado debido al malteado del cereal en parrillas de roble, que aportaban un característico sabor matizado por el uso de lúpulos locales como el Nowotomyski o el Polish Lublin.

El consumo de Grodziskie comenzó a decaer tras la II Guerra Mundial, con la nacionalización de la industria polaca y la caída de la inversión. La última fábrica que elaboraba Grodziskie cerró en 1993, coincidiendo con el auge de Pilsners. No obstante, en la actualidad algunos cerveceros artesanos han empezado a producirla de nuevo en cervecerías de Polonia, la República Checa y Estados Unidos.

Dampfbier

En el siglo XIX en el sudeste de Baviera estaba muy implantada la Dampfbier. Se trataba de una cerveza Ale de cebada, elaborada principalmente en verano y con pocos recursos, de cuerpo medio, poco lupulizada y carbonatada.

La principal curiosidad de la Dampfbier es que era uno de los muchos estilos de cerveza que nacieron cuando cada villa tenía una cerveza propia. Esto se debía a las distintas condiciones agrícolas y climáticas de las regiones, que hacían imposible estandarizar una cerveza concreta.

Su declive llevó a principios del siglo XX, con la llegada del transporte ferroviario y la mejora de las condiciones de vida alemana.

Actualmente solo la elaboran un puñado de cervecerías de este país, aunque ha pasado de un característico color oscuro a un tono mucho más dorado o ambarino.



Caves

Otra variedad extinta son las cervezas Caves, que se elaboraban desde el siglo XVII en el extremo oriental de Bélgica. Estas variedades tenían la particularidad de fabricarse a partir de la misma molienda o bagazo. En el primer proceso se elaboraba la Lierse, que estaba destinada al consumo local y cuya fabricación era similar a la que se emplea actualmente.

Por su parte la otra, denominada Ghentse Caves, se exportaba principalmente a Gante y en su fabricación se volvía a macerar el bagazo de la primera elaboración. Esto tenía como fin aprovechar los azúcares que se conservaban en los granos.

El ocaso de estas cervezas llegó con la desaparición en 1967 de la última cervecería Cuykens que las fabricaba.

Sin embargo, en 1976 la organización cultural ‘De Heren van Lier’ decidió comenzar a preparar la cerveza nuevamente. Desde entonces se elabora en la zona de Lier, donde es una especialidad regional.

Carmen Alcaraz Sanz

Fuente: Loopulo

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