Si eres un apasionado de la cultura cervecera, no te puedes perder esta magnífica historia sobre una de las mejores cervezas del mundo. La Trappe de Westvleteren es una cerveza oscura elaborada por monjes de la Abadía de San Sixto en Bélgica, el legado de esta tradicional bebida data de 1831, recientemente fue catalogada como una de las mejores cervezas del mundo
Actualmente la industria cervecera representa una de las más grandes derramas económicas, sin embargo es un producto artesanal que tiene años de historia. Tal es el caso de la mejor cerveza del mundo: La Trappe de Westvleteren, es elaborada en Bélgica y se trata de un producto que esconde un legado impresionante.
Los inicios de la producción de esta cerveza se dieron en el año 1839 y comenzaron como una manera de generar ingresos para mantener los gastos de la orden religiosa, dirigida por los monjes trapenses en la Abadía de San Sixto en Bélgica. Fue hasta 1931 cuando se empezó a vender la cerveza y a pesar de que siempre fue un producto muy popular y bien aceptado por la sociedad posterior a la Segunda Guerra Mundial, se tomó la decisión de dejar de surtir los cafés y restaurantes locales, ya que se veía a la cerveza como un distractor, que iba en contra de los propósitos espirituales de la orden.
Todo esto cambió cuando a inicios de este siglo cuando el reconocido sitio RateBeer, que se encarga de juzgar y evaluar cervezas de todo el mundo a través de un sistema de puntos, dictaminó que esta cerveza morena era una de las 12 mejores del mundo. Esta fue razón suficiente para que la popularidad de esta sencilla y poco conocida cerveza explotara, rápidamente las filas de gente afuera de la abadía que buscaban comprar la cerveza ¡Eran enormes! Los monjes algo sorprendidos y molestos, se quejaron con la organización de RateBeer pues en ningún momento tuvieron interés en la fama y mucho menos en arrancar un negocio millonario.
Entre los más extraordinarios detalles de la elaboración de esta cerveza, se encuentra que la receta no ha cambiado desde el año 1839. En la abadía fueron creadas tres variantes de La Trappe: la VIII y la XII son Dark Ales, y una Blond Ale con 5.8% grados de alcohol. La cerveza gracias a la cual fueron galardonados con el título de una de las 12 mejores del mundo, fue la XII, que se trata de una variante oscura y fuerte, con notas de caramelo, pasas y mazapán, portadora de un brillante color ámbar.
A pesar de la fama, los monjes han mantenido esta singular tradición al margen y actualmente la abadía se dedica a la elaboración de cerveza solo 70 días al año, con una jornada laboral de 9.00 a 17:00 hrs. Solo 5 monjes trabajan en la cervecería y otros 5 están dedicados a embotellar.
De tal manera que Westvleteren no solo es la cervecería que menor cantidad de cervezas produce, son las más difíciles de conseguir; en el café de la abadía se venden por vaso o six pack (con un límite de dos paquetes por persona) o bien en la entrada para autos, con un límite de una caja por auto la cual tiene que ser reservada con 60 días de antelación a través de una línea telefónica bastante saturada. Sin duda una cerveza que ha hecho historia, un clásico producido en un lugar mágico, que dio luz a una variante inigualable de fuerte carácter, con un particular toque a pasas y roble. Una maravillosa historia que prueba, que las mejores cosas de la vida, suceden cuando menos lo esperamos.
La cultura cervecera esconde extraordinarias historias y legados en todo el mundo.
FOTO: SHUTTERSTOCK
Los inicios de la producción de esta cerveza se dieron en el año 1839 y comenzaron como una manera de generar ingresos para mantener los gastos de la orden religiosa, dirigida por los monjes trapenses en la Abadía de San Sixto en Bélgica. Fue hasta 1931 cuando se empezó a vender la cerveza y a pesar de que siempre fue un producto muy popular y bien aceptado por la sociedad posterior a la Segunda Guerra Mundial, se tomó la decisión de dejar de surtir los cafés y restaurantes locales, ya que se veía a la cerveza como un distractor, que iba en contra de los propósitos espirituales de la orden.
Todo esto cambió cuando a inicios de este siglo cuando el reconocido sitio RateBeer, que se encarga de juzgar y evaluar cervezas de todo el mundo a través de un sistema de puntos, dictaminó que esta cerveza morena era una de las 12 mejores del mundo. Esta fue razón suficiente para que la popularidad de esta sencilla y poco conocida cerveza explotara, rápidamente las filas de gente afuera de la abadía que buscaban comprar la cerveza ¡Eran enormes! Los monjes algo sorprendidos y molestos, se quejaron con la organización de RateBeer pues en ningún momento tuvieron interés en la fama y mucho menos en arrancar un negocio millonario.
Entre los más extraordinarios detalles de la elaboración de esta cerveza, se encuentra que la receta no ha cambiado desde el año 1839. En la abadía fueron creadas tres variantes de La Trappe: la VIII y la XII son Dark Ales, y una Blond Ale con 5.8% grados de alcohol. La cerveza gracias a la cual fueron galardonados con el título de una de las 12 mejores del mundo, fue la XII, que se trata de una variante oscura y fuerte, con notas de caramelo, pasas y mazapán, portadora de un brillante color ámbar.
A pesar de la fama, los monjes han mantenido esta singular tradición al margen y actualmente la abadía se dedica a la elaboración de cerveza solo 70 días al año, con una jornada laboral de 9.00 a 17:00 hrs. Solo 5 monjes trabajan en la cervecería y otros 5 están dedicados a embotellar.
De tal manera que Westvleteren no solo es la cervecería que menor cantidad de cervezas produce, son las más difíciles de conseguir; en el café de la abadía se venden por vaso o six pack (con un límite de dos paquetes por persona) o bien en la entrada para autos, con un límite de una caja por auto la cual tiene que ser reservada con 60 días de antelación a través de una línea telefónica bastante saturada. Sin duda una cerveza que ha hecho historia, un clásico producido en un lugar mágico, que dio luz a una variante inigualable de fuerte carácter, con un particular toque a pasas y roble. Una maravillosa historia que prueba, que las mejores cosas de la vida, suceden cuando menos lo esperamos.
Westvleteren XII. /Fuente: La Botica de la cerveza.com
Lorenza Amor
Fuente: La Opinión
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