El chef turco Musa Dagdeviren define a la Baklava como "el dulce más representativo de la pastelería turca". Consta de un bocado exquisito compuesto por finas capas de masa filo enmantequilladas, relleno de nueces picadas (también se pueden usar pistachos o avellanas) y bañado en almíbar. Es perfecto para los más golosos e ideal para agasajar invitados y sorprenderlos con algo diferente. No es tan empalagoso pero sí calórico, por lo que hay que procurar no abusar de la porción.
Puede encontrarse con diferentes nombres en la gastronomía iraní y árabe, que probaron en postre y lo adoptaron como parte de su cultura culinaria. Su historia se remonta a la antigua Mesopotamia, cuando en el siglo VII A.C los asirios tuvieron la idea de colocar unas pocas capas de masa de pan junto a nueces trituradas, añadiendo un poco de miel y horneándolo en sus hornos de madera primitivos. En ese entonces fue un camino de ida.
Esta receta de "Directo al Paladar" es casi la más fiel al estilo oriental. En Turquía dicen que "no hay celebración, sin Baklava". Animate a comprobar la frase pero en tu propio país y prepara el postre casero.
Ingredientes
- Mantequilla clarificada o ghee 175 g
- Masa filo láminas 30
- Nueces picadas finas 250 g
- Azúcar 250 g
- Agua 350 ml
- Zumo de limón 15 ml
la Baklava es un postre abundante, se puede cortar en cuantas porciones se quiera.
Preparación
- Si no contamos con mantequilla clarificada o ghee la podemos hacer en casa. Es muy sencillo. Calentamos 200 g de mantequilla en un cacito, asegurando que no supera los 130º C.
- Espumamos la superficie con una espumadera hasta que la mantequilla esté limpia. Por último la filtramos por un colador con un trapo de algodón limpio y lista para usar.
- Untamos un molde cuadrado o rectangular (de unos 22 cm) con un par de cucharadas de ghee.
- Colocamos 15 láminas de masa filo en el molde, untando cada una con ghee antes de añadir la siguiente. Extendemos las nueces finamente picadas por encima y repetimos la misma operación con las láminas de masa filo restantes.
- Presionamos ligeramente el sobrante de masa de los bordes, remetiendo hacia dentro. Cortamos la baklava en rombos con un cuchillo muy afilado y llegando a la base (así será más fácil separar después cada pieza).
- Regamos con el ghee sobrante y cocemos en el horno, precalentado a 180º C, durante unos 30-40 minutos.
- Mientras tanto preparamos un almíbar calentando, sin remover, el agua, el azúcar y el zumo de limón a fuego muy suave (u100º C) durante 20 minutos.
- Retiramos la baklava del horno y escurrimos el exceso de ghee si lo hubiera. Regamos con el almíbar y dejamos reposar un mínimo de 15 minutos antes de servir.
Posibles acompañamientos
Podemos servir la baklava turca como acompañante del café o la infusión de sobremesa, aunque hay quienes no necesitan bebida alguna para disfrutarla. Es un pastel delicioso que, aunque contundente, entra sin sentir.
Lucia Cafarello
Fuente: Crónica
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