Esta es la historia de cómo un barril de Whisky The Macallan pasó de valer 6 mil dólares a más de 600 mil por un olvido.
Que el whisky The Macallan es uno de los mejores que se puede degustar en el mundo es una realidad. Y teniendo en cuenta lo que puede llegar a valer una botella (hay ediciones de hasta 6 mil euros), es poco probable que si compraras una te olvidaras de ella, ¿no?
Imagina entonces si en vez de gastar 6 mil euros en una sola botella, lo hicieras en un barril. ¿Te olvidarías? Porque eso fue precisamente lo que le pasó a un escocés en 1988, y ahora ese barril podría superar los 600 mil dólares en una subasta. Eso sí que habría sido una buena inversión.
La historia, completamente real aunque parezca imposible, es la siguiente: un hombre, cuyo nombre no se ha revelado, acudió en 1988 a la destilería de Macallan en Moray (Escocia) y pagó 6.500 dólares de la época para que le llenaran un barril de 374 litros de whisky single malt. Hasta ahí todo normal.
El problema es que, por alguna razón que se desconoce, este hombre se olvidó de recoger el barril y la marca lo guardó durante 34 años. 34 años en los que el whisky The Macallan estuvo madurando dentro de la barrica dando como resultado un single malt único.
Tras este tiempo, la marca llamó al dueño del barril para recordarle que debía recogerlo y ahora va a salir a subasta. Ya ha alcanzado un precio de 619.787 dólares (un nuevo récord) según informa Forbes, pero no sería descabellado pensar que la cifra podría seguir aumentando. La subasta, llevada a cabo por Whisky Hammer, acaba el domingo y se puede pujar online.
Quien se haga con este whisky The Macallan tendrá en sus manos una bebida con notas en nariz de brownie de chocolate y caramelo salado junto con panecillos dulces con miel, mermelada de naranja, neroli y un toque de hoja de tabaco.
En el paladar, este whisky presenta una “mezcla de especias de nuez moscada, jengibre y cilantro molido, sobre un toque de galletas Perkins de jengibre, dátiles suaves con mantequilla y pasteles daneses de albaricoque recién horneados” según las notas de cata de la casa de subastas.
Ya sea por el whisky o por la inversión, el afortunado que se haga con el barril va a salir muy contento de la subasta.
Guillermina Carro
Fuente: GQ
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