Si quieres comer un pan casero espectacular, prueba esta receta de focaccia de romero y ajo, es muy fácil de hacer y queda verdaderamente deliciosa, tanto para acompañar cualquier comida como para disfrutarla sola, pues es muy sabrosa, con una miga esponjosa y una fina corteza crujiente.
Una de las cosas que más nos gusta hacer cuando tenemos invitados en casa es agasajarles con pan casero, hoy en día es un alimento de lo más apreciado y valorado, y es súper satisfactorio verles disfrutar comiéndolo. No penséis que os va a resultar difícil conseguir vosotros esto mismo, porque se pueden hacer panes tan sabrosos y sorprendentes como fáciles, véase como ejemplo la focaccia, una variedad de pan plano tradicional italiano que seguro que conocéis de sobra, se puede aromatizar de mil y una formas, pero hay que reconocer que uno de los mayores éxitos los proporciona el ajo y el romero.
Así que a continuación os vamos a explicar cómo hacer nuestra receta de focaccia de romero y ajo, muy fácil de hacer y verdaderamente deliciosa. Es una masa directa, no hace falta tener masa madre ni un prefermento, pero con el tiempo que damos de amasado y los tiempos de levado, el resultado es espectacular. Os explicamos como hacer esta sencilla masa de pan para focaccia a mano y con amasadora, veréis qué fácil.
Y cuando queráis probar otras recetas de focaccia casera, recordad que en Gastronomía y Cía tenéis varias, como la de romero y aceitunas, de tomates secos y provolone, de tomate fresco y tomillo, de chermoula, de cebolla, de queso picante, de hierbas, de queso de cabra… Accediendo a este post tenéis una docena de recetas de este crujiente y esponjoso pan plano.
Ingredientes
- 500 gramos de harina de fuerza
- 10 gramos de levadura fresca de panadero
- 350 gramos de agua templada
- 25 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 8 gramos de sal
- 6 dientes de ajo
- 15 puntas de romero fresco
- c/n de sal aromatizada con romero e hibisco.
Elaboración
Puedes hacer la masa a mano o en amasadora, en el primer caso, pon la harina en un bol y disuelve en ella la levadura frotándola con los dedos hasta que se convierta en polvo. Haz un volcán y vierte en el centro el agua templada, el aceite de oliva virgen extra y la sal.
Empieza a mezclar tapando los líquidos con la harina y cuando los ingredientes estén unidos, amasa sobre la mesa de trabajo. Es una masa con mucha hidratación, por lo que es bueno tomar nota del método de amasado de Richard Bertinet, y añadir algún descanso de cinco minutos durante el proceso.
Una vez que obtengas una masa fina y homogénea, ponla en un bol engrasado con AOVE (aceite de oliva virgen extra) y tapa con un trapo, deja reposar a temperatura ambiente hasta que doble su volumen. Si quieres hornear al día siguiente, puedes dejar la masa fermentar en el frigorífico y dejar una o dos horas a temperatura ambiente antes de hornear.
Si haces la masa en amasadora, puedes seguir sus instrucciones (suelen tener recetas de masa de pan, pizza…), o directamente, vierte en el recipiente la harina, la levadura disuelta en al agua templada, el aceite, la sal y amasa durante unos seis minutos. Cuando la masa esté lista, como en el caso anterior, ponla en un bol engrasado con aove, tapa con un trapo y deja reposar a temperatura ambiente.
Pasado este tiempo, desgasifica la masa, amasa unos minutos en la mesa de trabajo con las manos y coloca la masa sobre la bandeja del horno, deja reposar diez minutos y estírala con las manos para darle una forma rectangular u ovalada. Cubre con el trapo y deja fermentar de nuevo a temperatura ambiente durante una hora o dos.
Cuando vayas a hornear la focaccia, enciende el horno a 210º C con calor arriba y abajo, hunde los dedos en la masa para hacer unos huecos, reparte las puntas de romero fresco y los ajos previamente pelados y cortados en bastones. Termina espolvoreando la sal aromatizada (o sal en escamas en su defecto), y aderezando con un hilo de aceite de oliva virgen extra, untando bien toda la superficie.
Una vez que el horno haya alcanzado la temperatura, introduce la focaccia y hornea durante 25-30 minutos aproximadamente, hasta que la superficie esté dorada y crujiente, entonces retírala del horno.
Acabado y presentación
Cuando la focaccia de ajo y romero esté templada ya se puede servir, también puedes dejar que se enfríe totalmente. Como el romero quedará tostado, antes de servir puedes decorar con romero fresco, bien verde y atractivo. Puedes presentarla entera o cortada en bastones anchos, en rectángulos… todos querrán repetir, tenlo en cuenta. Y a disfrutar. ¡Buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria
Fuente: Gastronomía y Cía
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