Copas de vino rosado sobre una mesa / Foto: Canva |
- Estos vinos tienen una de las gamas de Pantone más bonitas pero se elaboran de maneras diferentes. Òscar Soneira nos aclara las dudas y nos sugiere qué beber
- Todo lo que necesitas saber sobre los vinos rosados: qué son, qué tipos existen y sus maridajes
¡Buenos días! Hoy tenemos entrega de esas que os molan, porque una lista no amarga a nadie y si es del mainstremeo winelover, menos aún. Sí, estamos hablando de los rosados y los claretes, esos vinos que van desde el color oro rosa, pasando por el cobre, piel de cebolla, el fresa y llegando a cotas carmesíes. ¡Qué rebonica gama Pantone tienen!
Y todo esto es gracias a (se viene autobombo) que mi compañera aquí en Hule y Mantel se pasó por una de nuestras afamadas catas en la Bodega Carol, esa icónica bodega del barrio del Clot en Barcelona. Ahí, servidora y don Alberto Moyano, lo venimos petando dando platos y tapas muy típicas de nuestro país con vinazos para nuestros feligreses. Esta última fue de rosados y claretes (bien podría ser una sección de Muchachada Nui) para dar a conocer estos maravillosos vinos y ver que no sólo es postureo lo que hay detrás de su resurgir.
¿Cómo se elabora un rosado?
Pareja bebiendo vino rosado / Foto: Canva |
Todo esto del mundo de los rosados y claretes trae controversia por su forma de hacer así que, en la manera de lo posible, vamos a arrojar un poco de luz al tema. Los rosados se elaboran siguiendo el "método de sangrado" o, si sois más emo gotic, el "bloody method". Para ello, se introduce la uva tinta en un depósito y por gravedad (su propio peso) los racimos empiezan a romperse y comienza una maceración pelicular.
Es decir, el mosto empieza a teñirse a través del contacto con su piel. Este proceso no suele durar más de horas o días, en concreto pocos días. Existe alguna regulación que dictamina una extensión no más allá de las 36 horas. De esta forma se obtienen los rosados, fácil.
Clarete, origen y controversia
Bandeja con copas de vino rosado / Foto: Canva |
El nombre de clarete aparece en las Españas hace siglos, y viene dado de la necesidad veranil para seguir bebiendo vino. Era muy normal la adición de vino blanco en los vinos tintos para rebajarlos y hacerlos más agradables.
Por otro lado, existe otra clave: el nombre Clairet, que aparece en muchos vinos de España allá por el siglo XIX. Se presupone que la influencia francesa es la culpable, ya que esos vinos se hacían con la mezcla de uva blanca y tinta. Esta práctica era habitual en los vinos de Burdeos, grandes influyentes en los estilos de la mayoría de vinos de nuestro país.
Fuera como fuere, este estilo de mezcla de uvas se impone a los de mezclar los vinos. Entiéndase que no es lo mismo mezclar uvas y fermentar, que mezclar un blanco y tinto ya fermentados. Lo que nos lleva al presente, donde la mayoría de Denominaciones de Origen abolieron esta práctica de mezclar vinos considerándola una adulteración de éste.
Años más tarde en nuestro BOE acabó por desaparecer el nombre clarete dejando sólo el de rosado. Así que, en conclusión, hoy día puedes encontrar: rosados hechos sólo con uva tinta o blanca y tinta; claretes amparados bajo denominación de origen que son mezcla también de ambas uvas; o claretes de algún paisano no adscrito a denominación alguna que te ofrece la mezcla de vino tinto y blanco.
Dicho todo esto, no creo que os haya esclarecido nada de nada y encima os he liado más, pero es lo que hay muchachada.
Òscar Soneira
Fuente: Hule y Mantel
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