Vinos blancos Chardonnay
Seguro que has oído hablar de los vinos chardonnay blancos. Y no es de extrañar, dado que es una variedad de vinos blancos más popular a nivel internacional. Debe su nombre a una comuna situada en el noreste de Francia, en la región vitícola de Borgoña.
La uva empleada en su elaboración, de un color amarillo pálido, es más bien ácida. Gracias a la fermentación maloláctica, su sabor se suaviza para lograr unas notas más sedosas e incluso dulces. El vino blanco con uvas Chardonnay es perfecto para maridaje de vinos y quesos o para acompañar platos de pasta, verduras y algunos pescados, como la trucha y el salmón. Un buen ejemplo es este Raimat Chardonnay Ecológico monovarietal de D.O. Costers del Segre en el que podrás apreciar todo el sabor de esta uva.
Vinos blancos Cortese
Menos conocido que otros tipos de vinos blancos, Cortese es originario de las provincias italianas de Alessandria y Asti, a las que prácticamente se limita su producción. Una de sus claves es el control de la temperatura a la que se madura las variedades de uva para que se logren sus complejos sabores.
El resultado es una creación calificada de estructurada, fresca y agria, provista de notas frutales y de hierbas. Su tono verdoso es transparente. Marídalo con marisco, ensaladas, platos con salsas al pesto y antipastos. Conjuga con todos aquellos alimentos cuyo sabor se halla bien definido.
Vinos blancos Gewürztraminer
Una uva de origen alemán permite crear este tipo de vino blanco tan ligero como refrescante, con un aroma dulce. Se caracteriza por un sabor condimentado, con notas picantes. Entre estas últimas se encuentran las de la pimienta. También podrás apreciar otras florales, capaces de evocar diferentes especies que nacen en jardines, como la lavanda y las rosas. La combinación te encantará. Por ejemplo, este Viñas de Anna Chardonnay es un vino blanco de Anna de Codorníu que te ofrecerá todo el sabor de su uva.
Llévalo a tu mesa para servirlo junto con carnes grasas y recetas especialmente exóticas, como las propias de Asia, que incluyen especias en su preparación. Será un éxito.
Vinos blancos Moscatel
Si alguna vez te has preguntado qué tipo de vino blanco es más suave y dulce, es posible que los vinos de uva Moscatel sean la solución. Los vinos Moscato o Moscatel, se elaboran con esta uva que engloba más de 200 variedades diferentes, es la más antigua del planeta. Aunque su origen es incierto, parece claro que habría sido cultivada por las primeras civilizaciones. Fueron estas las que apreciaron los vinos dulces y espumosos a los que daban lugar.
En la actualidad, estos adquieren características propias en función de la zona en la que se producen. Así, los españoles son secos, mientras los franceses resultan sedosos y los italianos, más dulces. En todos los casos, encajan a la perfección con los postres. Prueba este Bach Frizzante Moscato apto para los paladares más novatos y también para los más experimentados.
Vinos blancos Pinot blanc
La región francesa de Alsacia es la principal productora de la uva Pinot blanc, con la que se obtienen uno de los tipos de vinos blancos secos y de acidez mediana más conocida. Su sabor es más bien afrutado y ahumado, con notas de frutos secos, anís estrellado, nueces, etc.
Estas propuestas resultan muy ligeras y fáciles de maridar con cualquier plato. Puedes acompañar, por ejemplo, los que contienen aves, como pavo o pollo. Sírvelo también con los que contengan patatas, tanto en puré como fritas.
Vinos blancos Pinot gris
Esta uva, al igual que la anterior, se cultiva igualmente en Francia, pero también en Estados Unidos, Alemania e Italia. Dependiendo del lugar en el que se elaboren sus creaciones vinícolas, adquieren características propias. Las italianas son más ligeras y su sabor, un tanto ácido. Las procedentes del otro lado del océano Atlántico, en cambio, gozan de una mayor ligereza. Las alemanas tienen más cuerpo.
Elige esta clase de vino blanco si en el menú incluyes pescados, espaguetis a la carbonara y pollo asado, entre otras propuestas culinarias. Por ejemplo, para acompañar una comida de inspiración asiática un Yellow Tail Pinot Grigrio será una elección perfecta.
Vinos blancos Riesling
Este tipo de vino blanco vio la luz en Alemania, en la región del Rin, aunque se ha extendido a otros países como Francia. A la hora de definirlo, es conveniente destacar su suavidad y alta acidez. Es fresco y con una baja graduación alcohólica.
Sírvelo muy frío y acompañando recetas condimentadas, como las propias de la India. Llévalo a tu mesa cuando en el menú se incluyan platos cocinados a base de pollo, cerdo, camarones y pescado. El maridaje resultará de sobresaliente.
Vinos blancos Sauvignon blanc
Pese a que su cultivo se inició en Burdeos (Francia), hoy en día el cultivo de uvas Sauvignon Blanc se ha extendido a todo el mundo. De este modo, la producción del conocido vino de sabor afrutado y vegetal no conoce ya de fronteras. Por lo general, resulta sedoso e intenso, provisto de un acabado rápido.
El Sauvignon blanc resulta ideal para establecer una alianza en la mesa con verduras, risottos de hongos, carnes picadas y las que lleven salsa barbacoa, entre otros alimentos. Puede tomarse, igualmente, en el aperitivo, con diferentes encurtidos. Te recomendamos este Intramurs de Poblet Blanco cuya uva Sauvignon Blanc le da un toque afrutado y tropical.
Vinos blancos Semillón
La uva que lleva este mismo nombre llegó a ser la más difundida a través de todo el mundo. Es responsable de que se obtengan creaciones vinícolas con unas importantes notas herbáceas y unos sabores fuertes, más picantes y pesados que otros blancos. No faltan las notas frutales, que varían dependiendo del continente en el que se elaboran.
Por otra parte, su textura es un tanto aceitosa y cremosa. El maridaje con este tipo de vino blanco es bastante versátil, ya que lo mismo puedes servirlo con pescados blancos que con chuletas de cerdo. También con patatas, calabaza, queso, etc.
Vinos blancos Viognier
Ligada a la antigua Roma, la uva Viognier se cultiva hoy por hoy en distintos lugares de Europa. Se traduce en un vino de características ácidas y notas florales. Estas se completan con sabores de tipo frutal, que recuerdan a peras y a mandarina, además de a mango y a madreselva.
Su maridaje admite arroces, carne de cerdo, pollo, quesos suaves, verduras y marisco. Por lo tanto, te permitirá servirlo en cenas y comidas pese a la diversidad de recetas.
Ahora que ya conoces mejor los distintos tipos de vinos blancos, comienza a disfrutarlos. Elige uno para cada ocasión especial que se te presente y sorprende a tus invitados contándoles cuanto sabes de cada uno de ellos. También pueden servirte de punto de partida para iniciarte en el mundo del enoturismo visitando nuestras diferentes bodegas. La experiencia te conquistará, puedes estar seguro.
Fuente: 15 bodegas
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