El trío de sabores y el procedimiento relativamente sencillo hacen que esta receta de la cocinera Alison Roman sea absolutamente ganadora
Es muy fácil caer rendido ante el encanto de estas galletas. Por supuesto, por la primera y evidente razón de que son de chocolate, con un sabor marcado gracias al cacao amargo y unos trocitos de chocolate semiamargo que acompañan; y también por el contraste que se crea con los pistachos y la sal en escamas –apunta este trío porque bien te puede funcionar para otras recetas dulces–. Son secas por fuera y algo húmedas por dentro y si eres del club de los que disfrutan mojar las galletas en un vaso de leche fría antes de comerlas, esta es tu receta.
También enamoran porque dentro de su categoría tienen una preparación bastante simple. ¿Por qué digo esto? Porque no hay que usar cortapastas ni rodillo, algo que sí piden muchas galletas hechas con masa sablé similares a esta, lo que significa que no tendrás que estirar la masa, cortar, volver a unir los recortes sobrantes, volver a estirar, volver a cortar y así hasta el infinito. Alison Roman, la cocinera estadounidense y creadora de esta receta, lo pensó bien.
¿Hay alguna variante que puedas hacer de esta receta? No me lanzaría a demasiadas aventuras aquí: puedes cambiar los pistachos por otro fruto seco tostado y sin sal pero te recomiendo que sigas el resto de los pasos e ingredientes al pie de la letra. Verás que las cantidades están pensadas para montar una fábrica pero no te espantes porque puedes guardar masa en el congelador durante un mes para cortarla y hornearlas cuando quieras, o invitar a todos tus vecinos a merendar.
Dificultad: Para ser galletas, no tanta
Ingredientes para 50 galletas
- 300 g de harina de trigo
- 45 g de cacao amargo
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 300 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 240 g de azúcar moreno
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 clara de huevo
- 140 g de chocolate semiamargo (60% de cacao)
- 120 g de pistachos tostados sin sal
- Sal en escamas
Instrucciones
- Mezclar la harina, el cacao amargo, la sal y el bicarbonato en un bol.
- Batir la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar moreno y la vainilla en otro bol con una batidora de varillas eléctrica a velocidad alta. La mezcla debe aclararse y tener una textura aireada,
- Reducir la velocidad de la batidora al mínimo e incorporar poco a poco la mezcla de ingredientes secos.
- Añadir la clara de huevo. En cuanto esté todo integrado, dejar de batir.
- Picar el chocolate y los pistachos. Añadir 3/4 partes a la mezcla e integrar con una lengua de silicona.
- Dividir la masa en cuatro partes iguales y formar cilindros con cada una de ellas haciéndolos rodar sobre la encimera. Deben tener unos cuatro centímetros de ancho.
- Envolver cada uno de ellos en papel film procurando que quede prieto y retorciendo sus extremos como si fuese un caramelo. Dejar reposar en la nevera durante cuatro horas.
- Calentar el horno a 180 ºC.
- Retirar los cilindros de masa de la nevera y cortar "rodajas" de cinco a siete milímetros aproximadamente.
- Colocar las galletas sobre una bandeja de horno con papel vegetal, dejando un par de cenímetros libres entre cada una de ellas.
- Añadir un poco de chocolate y pistachos picados encima de cada una de ellas presionándolos ligeramente.
- Hornear durante 10-12 minutos o hasta que los bordes de las galletas luzcan secos. Retirar y dejar enfriar sobre una rejilla. Repetir la operación con la masa restante.
JULIA LAICH
Fuente: El País
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