Vino es una palabra masculina pero muchos especialistas prefieren hablar de los vinos como si fueran mujeres. Los vinos producen sensaciones con ‘tintes’ femeninos, como frutas, flores, especias, árboles, y hasta pastelería.
Los vinos son femeninos cuando son suaves, gráciles, frescos, muy aromáticos, de ataque suave a la boca pero muy persistentes en el tiempo (cualquier similitud con el amor no es coincidencia).
Los vinos que nosotras preferimos son altamente sensoriales: buen color, buena aroma y mejor sabor. Un vino es femenino cuando lleva en su ADN cepas de Chardonnay,
Sauvignon Blanc, Semillón, Chenin Blanc, Riesling, Viognier y Malvasia. Así como nosotras nos prestamos mucha atención, a los vinos también hay que cuidarlos como una flor exótica y no exponerlos a la luz ni a los cambios bruscos de temperatura.
Y claro, el sexo de los vinos es un excelente tema de conversación, ¿cierto? Haga la prueba y la próxima vez que pida un vino, preguntarle a sus compañeros de mesa que le digan de qué sexo creen que es ese vino. Verá como inicia un excelente debate donde la última palabra la tendrá la subjetividad.
Hay vinos perfectos para el paladar de la mujer, que además son una excelente combinación de ‘precio-calidad’ (¿sabía que 80% de las decisiones de compra de vino las toman las mujeres?)
Château Domecq Blanco. Un vino hecho a partir de uvas Chardonay y Sauvignon Blanc, y que durmió en barricas de roble blanco americano. Sus reflejos dorados y brillantes resaltan su color amarillo claro. Su aroma equilibrado entre frutas (duraznos en almíbar, plátano, coco y vainilla), maderas y tostados y con un sabor agradable y complejo que brinda un agradable final. Es un vino ideal para acompañar pescados, mariscos, pollo a la parrilla y sushi. Todo light, perfecto para salidas con amigas a dieta.
Diamante Semidulce. Español (riojano para ser exactas) es un vino con una buena carga de dulzura y untuosidad en la boca, las que acompañan con coherencia la expresión de su potencia aromática. Dicho en mexicano: huele bien y sabe mejor. Es un vino semidulce natural, con filigrana de sensaciones olfato-gustativas procedentes de exquisitas uvas que contienen la Viura y Malvasia. Con notas florales y frutales muy frescas y agradables. En boca es una sensación nueva y distinta, es como un racimo de uvas jugoso y sabroso. Equilibrado, con un dejo fresco en el paladar y una armonía de acidez y frutas. Su lagrimeo (la velocidad en que se escurren las gotas en la copa) es lento, casi femenino. Es perfecto como aperitivo –se debe tomar bien frío, a 10 grados- aunque también es un buen acompañante para carnes blancas asadas como pollo o pavo, langosta, cangrejo, centolla, paellas, risottos y quesos de pasta semiblanda.
Fuente: http://debybeard.com/blog/
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