Hemos venido comentando en artículos anteriores, que la antigua Tradición China explica la manifestación en nuestro planeta como la expresión de los cinco elementos o los cinco reinos mutantes. Esto cinco elementos son: agua, madera, fuego, tierra y metal, los cuales se generan en ese orden, para cumplir un ciclo sin fin y además se auto regulan con un ciclo interno. A cada uno de estos reinos mutantes le corresponde una energía celeste, una estación del año, un órgano, una entraña, un sentido, un color, un sabor, un olor y un sentimiento.
Al elemento madera le corresponde la orientación de Este, el soplo del Viento, el sabor ácido, el color verde, el órgano hígado, la entraña vesícula biliar, la expresión en los músculos y tendones, el sentido de la vista, el sentimiento de la decisión y la generosidad y como sentimiento patológico la ira.
A la madera la alimenta básicamente el sabor ácido, el color verde y el olor rancio (olor animal). Los vegetales son el grupo de alimentos que le pertenecen y la estimulan para que el paso del agua hacia el fuego sea en forma rítmica y armónica.
Dentro del grupo de los vegetales la primavera requiere por el sabor: tomate, espinacas, acelgas, alcachofas, vainitas, lechugas, berros, escarolas, pepino, espárragos. Las legumbres como habas, caraotas y garbanzos solo por el olor así como también las coles y los nabos. Los frutos secos como almendras, avellanas, bellotas, maní, castañas, nueces y pistachos y también todas las carnes son su alimento debido al olor, pero más específicamente la del cordero. La cebada es el cereal ideal en primavera, aunque la avena y el trigo son recomendables igualmente. Los lácteos apropiados para el movimiento madera son yogures, kéfir y quesos tipo Burgos, Roquefort y cabrales. Frutas: ácidas o agrias como limones, pomelos, naranjas y fresas pero sin abusar de ellas. Los pescados: sardinas y truchas. Punto importante para nutrirse en primavera las bebidas: vinos blancos secos, vinos tintos secos, sidra y champagne, en pequeñas cantidades y si es posible fuera de las comidas.
Los tres meses de primavera simbolizan el resurgimiento, el brote, el despliegue, es la estación del año donde todo se renueva, se elimina lo antiguo y se engendra lo nuevo. En la naturaleza todo posee abundancia y generosidad. Así pues para alimentar el espíritu durante dicha estación el hombre debe mantenerse alegre y jovial a fin de que sus afectos e ilusiones se expansionen, es la época de dar y ofrecer y poco retener, de levantarse con el alba y desparramar el cabello sobre los hombros, desatar los cinturones de la ropa para que el cuerpo esté relajado y cómodo, marchar libremente, tocar el verde, rociarse de flores, impregnarse de sonidos, llenarse de luz y por supuesto, enamorarse.
Valentina Inglessis
Fuentes consultadas:
Tratado de sanación en el arte del Soplo. J.L. Padilla Corral. Escuela NeiJing. Cuenca.1999
Comer Salud. J.L Padilla Corral. Escuela NeiJing. Cuenca.2003
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