El Gourmet Urbano: Black Coffee Gallery, emprender por amor al arte #mexico

martes, 8 de septiembre de 2015

Black Coffee Gallery, emprender por amor al arte #mexico

Los emprendedores de Black Coffee Gallery combinaron dos conceptos para ganar en el competido mercado del café: productos gourmet de alta calidad y la difusión de obras de artistas mexicanos. La fórmula resultó exitosa y además rentable: la cadena ya tiene 23 cafeterías en 6 estados del país.

Los creadores de este espacio combinaron dos conceptos: productos gourmet de alta calidad y la difusión de obras de artistas mexicanos.


Después de apreciar una exposición de arte, Benjamín Fernández solía pasar un rato en la cafetería de los museos para terminar de disfrutar la experiencia. Y conforme fue creciendo la afición de este coleccionista de obras de artistas mexicanos, también desarrolló el deseo de transformar esa pasión en algo más. Así nació Black Coffee Gallery en Guadalajara, Jalisco en 2008, un concepto que en su oferta de valor une dos elementos principales: amor al arte y gusto por el café. Esta primera unidad contó con obra del creador oaxaqueño Amador Montes.

“Cuando me sumé a este proyecto –hace cinco años– todo era muy bonito, pero no era un negocio rentable”, afirma Alfredo Soriano, socio y director general de esta cadena de cafeterías, quien se integró a la empresa tras más de 20 años de experiencia en la industria automotriz como administrador de agencias. “A las personas les encantaba el concepto, enmarcado por pinturas y obras plásticas de artistas contemporáneos; sin embargo, a pesar de invertir la mayor parte de nuestros recursos en generar un ambiente único y original, simplemente no ganábamos más clientes”, agrega.

La primera aportación del nuevo socio como cabeza de la organización fue establecer que sucore business era la venta de alimentos y bebidas gourmet, mientras que el arte sería el aderezo. Esto derivó en acciones concretas. Para empezar, crear una carta de bebidas que incluyera no sólo los clásicos –americano, capuchino o espresso–, también opciones frías –como smoothies y tés fríos–, ideales tanto para climas cálidos como para llegar a un público consumidor más joven que prefiere experimentar con sabores que le sorprendan.

En el menú de alimentos, los sándwiches, baguettes, cuernitos y crepas son la base de su oferta y, recientemente, una línea de pan artesanal desarrollada en alianza con la compañía Hackl. “El 92% de nuestros clientes –dos millones al año– nos prefieren porque les gusta lo que consumen, más allá de ver una obra impresa en la manga que cubre el vaso de su café. Es decir, aprecian que hay valor en lo que compran”, señala Alfredo.
La obra maestra

Una vez subidos de lleno al sector de alimentos y bebidas –en el segmento del café–, el siguiente objetivo de Black Coffee Gallery estaba claro: competir frente al líder, Starbucks, pues es el que dicta la pauta que siguen la mayoría de los consumidores. La primer ventaja de esta firma internacional es la estandarización de sus procesos, lo que le permite brindar una atención rápida y eficiente a gran escala. Frente a esta vorágine que domina el mercado, la cadena de cafeterías con sede en la Perla de Occidente se ha abierto paso con productos de alta calidad –a veces sacrificando su margen de utilidad–, empezando por la selección de proveedores.

Por un lado, el café que utilizan proviene de productores de Oaxaca y Veracruz, “todos ellos seleccionados por su calidad excepcional. A cambio, reciben un pago justo y juntos construimos una relación a largo plazo”, explica el directivo, quien agrega: “así los consumidores nos identifican como una marca que ofrece un café de buen sabor, por encima del estándar”. En la parte de alimentos, entre el 50 y el 60 por ciento de sus proveedores son pequeños productores que si bien sus precios no compiten frente a los mayoristas, sí pueden dar exclusividad (lo que al final se traduce en un menú diferenciado para la marca). Mientras que para su insumo principal –los vasos– recurren a la firma líder a nivel mundial (que le maquila al mismísimo Starbucks).

El reto es lograr la combinación entre calidad y rentabilidad. Al respecto, comparte Alfredo, en una ocasión decidieron reducir el tamaño de los productos a fin de bajar costos; pero la gente lo notó de inmediato y, al cuarto día, cancelaron la iniciativa. Por lo que la solución fue aumentar los precios. “Esto no perjudicó las ventas; al contrario, los clientes estuvieron dispuestos a pagar más, pues saben que obtienen productos de alta calidad”, dice.

Otro punto que refuerza la rentabilidad del modelo es la capacitación del personal. Cuando recién iniciaron operaciones, se contrataba a la gente para que aprendiera in situ los procesos de preparación de los alimentos y bebidas. Hoy cuentan con un departamento especializado y manuales de procedimientos, con el objetivo de ofrecer un servicio más rápido, eficiente y personalizado, ya sea en barra o por medio de servicio drive thru (sin bajarse del auto) en algunas sucursales.
El toque final

Para Rebeca Pareja Amador, curadora y directora de Nuun Espacio de Arte, es importante destacar la labor de Black Coffee Gallery en materia de promoción de los artistas mexicanos, para beneficio tanto de los creadores como del público en general, “que se puede deleitar con las reproducciones de las obras de arte en las sucursales y a través de sus proyectos editoriales, que incluyen postales y colecciones de libros dedicadas a artistas como Yuri Zatarain e Ismael Var-gas”.

La apuesta de la marca es continuar con un crecimiento sostenido (tres nuevas unidades antes de cerrar el año) y ofreciendo el modelo de franquicia para inversionistas interesados en el arte y los negocios. Finalmente, destaca su labor social mediante la Fundación Black Coffee Gallery AC, que ayuda a niños de escasos recursos de Oaxaca y Jalisco

Germán Sánchez Hernández

Fuente: soyentrepreneur

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