Desde la tradición a lo novedoso, las pastelerías ofrecen surtidos muy variados
La ciudad de Almería esconde diferentes pastelerías que te harán volar en billete de ida directamente hacia el paraíso. En ellas se pueden comprar los mejores dulces y disfrutar de meriendas o desayunos de lo más tradicionales.
La pastelería Dulce Alianza sigue sus tradiciones y los almerienses no dejan de visitarla. /RUBÉN ALONSO Y NEREA ESCÁMEZ
A Paco, en su propio establecimiento 'Francisco Rueda', se le puede visitar desde hace 35 años. Con respecto a los clientes que le visitan, tiene muy claro lo que vende. «El pan y pastas de té son los más aclamados», explica, además de que algunos clientes no se resisten por la «bollería industrial» de su establecimiento. Pese a que Paco nota cierto bajón «en verano puesto que la gente se va de vacaciones».
Sin irse más lejos, encontramos la pastelería La Buena de Soad Ambrani, un establecimiento con dulces muy peculiares porque «es repostería americana», explica Soad. «Vendemos cupcakes, tartas red velvet o de zanahoria», añade. Y sobre todo, señala que su «dulce estrella» es un «pastel para veganos». La dueña del establecimiento admite que «en La Buena se hace pastel vegano porque la gente los pide mucho». El estrés y el ritmo de su trabajo le impiden estar quieta un sólo segundo porque tiene que atender a los clientes, pero sin duda se muestra «contenta y feliz».
Cerca de La Buena, encontramos la pastelería La Coquette, un local que destaca por sus alegres colores rosas. Lorena Cara, camarera del establecimiento, nos explica que lo más vendido es «la tarta de queso» y «la tarta de zanahoria» pero en verano, cuentan con «helados para refrescarse». Sonia Ortega, visita por primera vez la pastelería y con una sonrisa, paga la cuenta y se muestra satisfecha. «Sin duda, volveré a repetir», comenta mientras sale del establecimiento. «Me ha gustado mucho para ser la primera vez», dice Sonia.
La Dulce Alianza es la pastelería más ilustre de Almería, y sin duda, la que más le gusta a Estrella Santiago, una mujer de 50 años que «no cambiaría de local por otra» puesto que reconoce que «todo está muy bueno». Lo que prefiere de la Dulce Alianza es «la empanada de carne» y «hasta los bombones», sonríe.
Rocío Agüero vive en Cádiz y visita la Dulce Alianza por «los croissants» para llevárselos de viaje porque «están deliciosos». Carmen Barranco las atiende con una sonrisa y agrega que «el chinito, la Ana María y las medias lunas son los preferidos de los clientes».
Aunque en cuanto a bollería se trata, «la rumba y el rosco de almendra también son los más destacados».
Lejos de la Dulce Alianza se encuentra Don Croissant, la pastelería de Inma del Pino, que lleva abierta desde 1988. Una tradición que ha marcado a los más pequeños de la época y ahora «piden encargos a sus hijos para que les lleven dulces que antes hacían -bollo con pintas de chocolate- y recuerdan de su infancia». En cuanto a la línea del local, Inma explica que «es la misma» y aunque hace «nuevos dulces cada día» la gente le aclama «las pizzas, helados y croissants».
Junto a Don Croissant también hay una cadena de pastelería, Panaria, que aunque no sea tradicional, no deja de ser visitada por los ciudadanos de Almería. Alba Moreno atiende a varias mujeres que le piden pan y explica que «se vende mucho» aunque «la gente viene buscando chocolate» y, en verano, tienen «la opción de agregar, a la bollería y café, bolas de helado para refrescarse».
Pero no todo es tradicional, también hay hueco para espacios más novedosos, porque en El Rincón de las Maravillas, Rosmara Fernández nos atiende con una sonrisa y nos explica que su establecimiento sólo hace «tartas de diseño, mesas dulces y decoración de eventos como bautizos, bodas y comuniones».
El diseño más vendido en su local resalta que es el «infantil» porque los niños piden dibujos como «Peppa Pig, Frozen o Bob Esponja». Su local lleva seis años abierto y reconoce que al principio era más llamativo porque «las tartas de diseño y las mesas dulces eran la novedad».
«Aun así, la gente continúa viniendo porque, para los cumpleaños de los hijos, les gusta que haya una decoración en las mesas o en bautizos. Son diseños más llamativos», agrega Rosmara.
Sin duda, Almería tiene sitios con encanto y con sabor dulce.
RUBÉN ALONSO y NEREA ESCÁMEZ
Fuente: Ideal
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