La sociedad Txoritokieta de la Correría despierta los gustos con una mágica cafetera y presenta el bacalao en un tosta con patata
Tan original como sabroso. Los de Txoritokieta se tomaron (y nunca mejor dicho) al pie de la letra aquello de despertar el sentido del gusto al jurado. Este txoko de la Correría presentó al concurso gastronómico de EL CORREO, que cuenta con el patrocinio de la Diputación Foral de Álava, una especie de café. Pero este es único, radicalmente diferente al que pone cada mañana en marcha los motores de la sociedad. Porque en este caso los granos son de garbanzo. Ahí es nada. Y tras 'hervirlo', en la cafetera queda un oro líquido riquísimo en sabor.
Si bien vestían gorro de cocinero, Sergio García, Diego Gaite y Armando Ochoa perfectamente podrían lucir uno de mago. Estos tres chefs llevaron el término del trampantojo a otro nivel. «En sí el pintxo es un garbanzo de Garlan cocido a lo tradicional. La diferencia está en la manera de servirlo; lo vamos a presentar en una cafetera en la cual en la parte inferior está la legumbre con berza y en la superior el caldo. En el compartimento del medio hemos introducido una especie de pastel hecho a través de pan y sacramentos que se puede degustar vertiendo el caldo», explicaron. Uno solo tenía que ir picando un poquito de cada parte para pegarse un desayuno inglés.
Estos tres artistas no atinan a la hora de recordar cómo surgió la idea de escoger este pintxo, pero sí ofrecen una cronología del laborioso proceso recorrido hasta darle vida. «Fuimos por varias tiendas buscando cafeteras, hasta que dimos con estas. No es una elección al azar, tenían que ser recipientes para un único vaso para que la porción no fuese desmesurada o la imagen fuese de vacío. Y luego compramos uno para cada jurado», explicaron tras el emplatado de un menú que empezó por el final.
Porque si bien el café suele poner el broche a las comidas, en este caso fue la antesala del bacalao de Giraldo con espuma de patata Udapa trufada. Si solo el nombre ya es apetitoso, la imagen hace la boca agua. Y todo lo anterior se confirma al darle un bocado. «Lo primero ha sido poner una tosta de pan de cebolla, sobre la que va un sifón de patata trufada. Luego colocamos el bacalao, que ha sido preparado a baja temperatura y al vacío. Y para rematar, encima van unos cantharellus con unas perlas de alga y un coral para decorar». Casi nada.
«Hemos buscado innovar, pero sin perder la esencia de la cocina tradicional», confesaban los cocineros, brindando con el vino de las bodegas Zintzo, en este certamen que cuenta además con la colaboración de Makro, Café Gometero y Ekiolio. Y lo cierto es que dieron con la tecla. «Ha sido una propuesta llamativa. El cocido mantenía su toque tradicional, pero presentado de manera muy original. El caldo estaba excepcional y el relleno invitaba a tomarlo como un café. Estaba muy rico de sabor, ha sido una sorpresa», reconocía el jurado.
Las valoraciones fueron por la misma línea en el segundo. «La tosta estaba muy lograda, el bacalao en su temperatura y el pil pil muy sabroso». Y con este buen sabor de boca la veintena de socios de Txoritokieta disfrutaron de una gran cena en cuadrilla. «No nos solemos juntar tantos, el concurso ha despertado el gran reencuentro», reconocían. Como el buen café. Aunque en este caso a base de granos de garbanzo.
Jon Ander Goitia
Fuente: El Correo
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