En estos días de inicio de año todos buscamos opciones alimenticias con menos calorías para desintoxicar el organismo de los abusos cometidos en diciembre.
Yo les traigo una torta de zanahoria que, para algunos es una elección menos “dañina” pero me voy a permitir aclarar ese mito, ya que la torta de zanahoria se encuentra dentro de la clasificación de “tortas fritas”, llamadas así por la importante cantidad de aceite presente en su fórmula y la ausencia de mantequilla o margarina como materia grasa de la mezcla.
Sin embargo, si la torta incluyera en sus ingredientes harina de trigo integral y azúcar morena es probable que se acerque al concepto de ligero; pero en este caso les traigo la mezcla con base a aceite, cuyos ingredientes son:
½ Kg. de zanahorias ralladas finamente.
3 tazas de harina de trigo leudante.
2 tazas de azúcar.
1 ½ taza de aceite.
1 taza de nueces partidas.
4 huevos.
1 pizca de sal.
1 cucharadita de polvo de hornear.
1 cucharadita de clavos de olor en polvo.
1 cucharadita de canela en polvo.
Lo primero que debemos hacer es precalentar el horno a 190° C / 380° F y preparar el molde con mantequilla y harina.
Luego procedemos a cernir juntos los ingredientes secos; es decir, la harina, la sal, la canela, el clavo de olor y el polvo de hornear.
Aparte, batimos los huevos con el azúcar durante 2 minutos para conseguir una mezcla con abundante aire incorporado. Agregamos inmediatamente y poco a poco el aceite hasta lograr una emulsión.
Añadimos a la emulsión la zanahoria, las nueces y por último la harina cernida. Mezclamos bien hasta que se integren todos los ingredientes.
Vertemos la preparación en el molde y horneamos por 40 minutos o hasta que la superficie se vea dorada y al introducir un palito salga seco.
Esta torta queda muy bien decorada con una crema elaborada con queso crema. Para ella necesitamos:
500 grs. de queso crema.
½ taza de azúcar en polvo.
2 cucharadas de crema de leche.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
Batimos el queso en un bol hasta lograr una consistencia suave y espumosa, le agregamos la crema de leche y, poco a poco, el azúcar en polvo -que previamente hemos cernido-, luego añadimos la esencia de vainilla e integramos muy bien todos los ingredientes.
Podemos agregarle más azúcar en polvo si queremos que la crema sea más consistente y espesa. También podemos darle color con colorantes vegetales.
¡Feliz horneado!
Susana Rivas
Maestra Pastelera
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