En esta semana, que me toca hablar de la armonía en el Gourmet urbano, me entusiasma mucho que tenemos un plato que usa tomates, en este caso deshidratados. Me gusta porque todavía muchas personas piensan que el tomate es ligero, como en una eterna ensalada capresa, y que con cualquier vino sencillo iría bien cuando, en realidad, es lo contrario: el tomate tiene sabores intensos remarcados por una firme acidez, características que se refuerzan cuando es cocido y especiado.
En este caso, la Pasta en pesto de tomate y crema con camarones (http://elgourmeturbano.blogspot.com/2011/02/franz-lehmann-chefoleicofranz-cena.html) es un plato con mucha personalidad y que al tomate deshidratado le añade crema de leche y albahaca, que aportan un contenido aromático y de sabores que nos hace pensar inmediatamente en vinos tintos. Hace poco descubrimos este ejemplar, producto de la agricultura biodinámica, con predominancia de las cepas syrah, cabernet sauvignon y carmenere, el Coyam 2008 (http://www.youtube.com/watch?v=iLyb9_kXbeo) de Viñedos Emiliana. Es un vino intenso que, para acompañar este plato debe ser oxigenado en decantador una media hora para permitir que se abra pues su 14,5° de alcohol y su juventud así lo requieren. Una vez matizado por el oxígeno, tendremos un vino lleno de fruta roja, voluptuoso y perfecto para combinar con nuestra pasta.
¡Salud y buen apetito!
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