No le crea a la tradición: para la pizza no hay mejor compañera que una fragante copa de vino.
En esta nota recomendamos algunas de las mejores combinaciones. Nada más hay que atreverse.
La pizza es un plato que, por tradición, se marida con cerveza. Pero no por eso hay que descartar el vino. Si busca probar algo diferente, haga la prueba con estos recomendados. Los blancos y rosados aportan el toque de frescura en cada bocado, y los tintos, el sabor frutal. Estos son nuestros recomendados por menos de 35 pesos para acompañar las pizzas:
Estancia Mendoza Merlot Malbec 2010 ($12). A un plato accesible, un vino igualmente amigable. Fíjese: por este precio va a tener un vino frutado y aromático que va a cortar el peso elástico de la mozzarella con un andar ligero y fragante. Porque así deben ser los vinos pizzeros: suaves y livianos al paladar, sin madera que les lastre el paso.
Michel Torino Colección Torrontés 2010 ($17). Es raro que en un país como el nuestro, que se jacta de todo lo que lo distingue frente al mundo, no hayamos popularizado la pizza de media masa junto al Torrontés. La combinación es inmejorable: el perfume cítrico del varietal, su cuerpo delgado, le vienen tan justo a la pizza como el buen oliva. Haga la prueba con éste y nos cuenta.
Goyenechea Rosado de Merlot 2010 ($18). Si tiene ganas de renovar su paladar, no deje pasar la oportunidad de probar una napolitana –con humeantes rodajas de tomate y abundante provenzal- junto a este rosado del sur mendocino. La frescura frutal del vino, compensada con un leve dulzor, le van a sumar sabor a su mesa.
Mil Rosas Rosado de Merlot 2010 ($18). Bodega Norton tiene entre sus vinos a este rosado de aromática marcadamente frutal, cuyo paso resuelto se sostiene en una refrescante y buena acidez. Digamos, el combo inmejorable para acompañar un fugazzeta rellena, en la que la mozzarella reclama el bálsamo revitalizante del vino.
Marcus Merlot 2008 ($18). La pizza es un hit de consumo porque conjuga tres claves: el gusto ácido del tomate, con la cremosidad fluida de la mozzarella y el contrapunto crocante de la masa, que da placer con sólo escucharla crujir en la quijada. En suma, todo lo que debe tener un buen plato. Con Marcus Merlot pasa lo mismo: un vino de reminiscencias frutales, delgado al tacto y de acidez pronunciada. Combínelos y va a saber lo que es un buen maridaje.
Portillo Sauvignon Blanc 2010 ($21). Si piensa bien qué es lo que le gusta de acompañar pizzas con bebidas frías –gaseosas o cervezas, por citar dos ejemplos posibles- se dará cuenta que lo que busca, sobre todo, es enfriar la boca a cada bocado. Y así, el vino blanco es su mejor elección, como este Sauvignon Blanc que le aportará una interesante cuota de frescor y un twist de maracuyá.
Latitud 33 Malbec 2009 ($24). Cuando pida por teléfono pizza a la piedra, si no quiere probar el mismo sabor, siga este consejo: prepare un dip con orégano, pimienta, ají molido, oliva y sal. Y al momento de servir la fugaza o la muzza, píntela con el menjunje y verá. Tenga preparada una botella de este Malbec de Bodegas Chandon, que le sumará el gusto frutal que le falta a la propuesta.
Elementos Torrontés 2010 ($24). Si tiene oportunidad y algún expertise prepare en su casa unas pizzas a la parrilla. El secreto está en estirar bien la masa y, al ponerla en los fierros, esperar a que tome piso antes de sacarla de la pizzera. Después, póngale lo que quieras encima -tomate, mozzarella, albahaca o espinaca- que este Torrontés cafayateño sabrá condimentar con elegancia y perfume azarado el sabor ahumado de tus pizzas.
Saurus Chardonnay 2009 ($35). Este blanco, de acidez filosa y andar voluptuoso es justo lo que precisa para estas noches de calor. Idealmente, recién salido de la frappera y con una pizza recién salida del horno, colmada de rúcula y con una pizca de pimienta molida en el acto y un hilo de oliva extra virgen por toda coronación.
Por JOAQUÍN HIDALGO
Fuente: www.lmneuquen.com.ar
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