Dedicarse constantemente a una misma cosa vence con frecuencia al talento y al arte. Cicerón
Dice el Diccionario de la Real Academia que “eclecticismo” es: “Escuela filosófica que procura conciliar las doctrinas que parecen mejores o más verosímiles, aunque procedan de diversos sistemas.” Esta idea no es solo aplicable a la filosofía sino también a la vida real, y aún más en la de un cocinero como éste que les escribe, se hace una forma de vida.
Que más ecléctico que un gazpacho de aguacate con chocolate blanco y jamón serrano, ingenio de tres culturas. Esta mal llamada sopa fría se deja transformar de tantas maneras que permite creaciones que van desde un postre como el gazpacho de merey con P.X.* y nibs de cacao, hasta un cocktail como el Bloody Mary de gazpacho andaluz.
Trato de imprimir en mis platos y en mis menús ese sello ecléctico y variopinto, nada es descartable todo es aprovechable. Menús que son un recorrido geográfico por diferentes países donde tiene cabida todos los giros tanto gastronómicos como musicales, lingüísticos, etc. No se trata de fusión, en la fusión se diluyen los conceptos y esa no es la intención.
Hace pocas semanas y en memoria de la revolución de los claveles, diseñé un menú en homenaje a Portugal, el cual se paseaba por el continente y las colonias ambientado con música de fado, africana y asiática. Estos son algunos de los platos de mi homenaje:
Gazpacho de Mango Curry y Cilantro
Chamuças de Pollo (Mini empanadas de pollo al estilo de Goa)
Chutney de Bacalhau
Caldo Verde
Bacalhau com Natas
Porco a la Alentejana (Cerdo con almejas)
Otra de las instancias usadas en el ecléctico proceder de la vida es la diversificación de las actividades, realmente es aburrido cocinar lo mismo diariamente durante meses. Es bien interesante desarrollar afluentes, en mi caso me hallo sumergido en el diseño de sales gourmet, una línea de mieles y confituras nada convencionales y mi artículo semanal, que me da esa chispa de divertimento que jamás pensé encontrar por este medio.
No solo es por la forma de cocinar, aplicando productos y técnicas de orígenes bien diferentes o de confeccionar un menú, sino por la adaptación a un lugar como Caracas, ciudad ecléctica por excelencia, donde confluyen culturas diferentes, donde puedes estar en una degustación de vinos exquisita y a los diez minutos estar comiendo un perro caliente junto a todo tipo de personas, desde trabajadores de la noche hasta rumberos de alta sociedad. Ciudad de caos estructurado, porque no es cualquier caos, que me ha enseñado tanto y un día me abrió sus brazos. A esa Caracas ecléctica va dedicado este artículo
*P.X. El Pedro Ximenez es un vino generoso dulce propio del Marco de Jerez y de Montilla-Moriles, en Andalucía (España). Está hecho con uva Pedro Ximénez. El vino se realiza a partir de pasas de uvas Pedro Ximénez que han sido secadas al sol.
Alex Arcas
Cocinero
Bitacoras. com: venezuela, gastronomia, comida española
No hay comentarios. :
Publicar un comentario