De la miríada de películas que nos muestran la estrambótica, ociosa, egoísta e inútil sociedad absolutista del barroco francés, surge un film con un tema que más que apasionante es todo un mito en la cocina: la historia de François Vatel, en la magnífica película Vatel (2000). Su director Roland Joffé, que se hizo famoso con su películas: Los gritos del Silencio y La Misión, nos trae una cinta majestuosa donde impresiona desde su esmerada dirección artística, que reproduce no sólo la opulencia, pomposidad y hasta la ridiculez de la aristocracia de la época, sino que también nos muestra un contraste impactante con la humildad y miseria de la gente común. Muestra la suntuosidad de los banquetes y las exuberantes puestas en escena para deleite del rey y su corte, y muestra cómo se supone eran las cocinas de un palacio, con su cantidad de cocineros, su panadería, sus fogones, muestra hasta cómo transportaban la materia prima.
Impecable Gérard Depardieu al interpretar a un Vatel magnífico, con los actores de soporte de primera línea Uma Thurman y Tim Roth que dan cuenta de la calidad de la dirección actoral. Fotografía luminosa y banda sonora del mítico Enio Morricone, hacen de esta película una joya que reconcilia al cine con todas las artes, la cinta no deja de sorprender de principio a fin, y fotograma a fotograma nos deslumbra y enamora. No puedo más que decirles que la busquen sin demora y la disfruten probando una deliciosa crema chantilly, que se supone es receta del chef Vatel, el mejor cocinero francés de su época.
De la película también impresiona el hecho de romper el mito de que Vatel se suicidó por los pescados que no llegaron a tiempo para el banquete, sino por una serie de desgracias y el sentimiento patético de darse cuenta que no es más que esclavo sumiso de la voluntad de amos insensibles y caprichosos. Es muy triste darse cuenta que quizá la labor del cocinero, como artista, es menospreciada por la indiferencia de comensales insensibles, que muchas veces el trabajo de cocinero roza imperceptiblemente la ausencia de libertad, en detrimento de la vida personal, la intimidad y la vida “normal”. Además, no deja de ser curiosa la similitud de la vida perfeccionista de François Vatel, su suicidio y posteriores rumores con la vida y muerte de Bernard Loiseau (1951-2003), quien fue conocido como El Perfeccionista, del que también surgieron rumores que la causa de su suicidio fue que le bajaron puntos en la guía Gault Millau.
Finalmente, no puedo decir más que Vatel es una obra impactante, hermosa y que debería ser imprescindible en la videoteca de cualquier fanático del Gastrocine. Les dejo a continuación la receta más famosa de este chef que, se supone, estableció las bases del protocolo gastronómico que rigió a la alta cocina francesa durante muchos años.
Crema Chantilly de François Vatel
Ingredientes:
- 200 ml de crema de leche para montar.
- 60 g de azúcar glasé.
- 1 clara de huevo.
- 2 cdta de azúcar.
- 1 cda de esencia de vainilla.
Preparación:
- Batimos la crema, la cual debe estar muy fría la crema, y la van a batir en un bol de metal con otro bol con hielo debajo de éste; con una batidora de varillas iremos añadiendo el azúcar glasé hasta que esté espesa.
- En otro bol batimos, a punto de nieve, la clara de huevo, añadiendo poco a poco el azúcar normal.
- Unimos las dos mezclas con cuidado y añadiendo la vainilla. La mezcla podemos hacerla con una espátula de plástico o silicona haciendo movimientos envolventes.
Título original: Vatel
Dirección: Roland Joffé.
Paises: Francia / Reino Unido.
Año: 2000.
Duración: 117 min.
Interpretación: Gérard Depardieu (François Vatel), Uma Thurman (Anne de Montausier), Tim Roth (marqués de Lauzun), Timothy Spall (Gourville), Julian Glover (príncipe de Condé), Julian Sands (Luis XIV), Murray Lachlan Young (Felipe de Orleans), Hywel Bennett (Colbert), Richard Griffiths (dr. Bourdelot).
Guión original: Jenne Labrune.
Adaptación inglesa: Tom Stoppard.
Producción: Alain Goldman y Roland Joffé.
Música: Ennio Morricone.
Fotografía: Robert Fraisse.
Montaje: Nöelle Boisson.
Diseño de producción: Jean Rabasse.
Dirección artística: Louise Marzaroli.
Vestuario: Yvonne Sassinot de Nesle.
Antonio Gámez
Cocinero Venezolano
Investigador del Proyecto Odisea Culinaria
Cinéfilo
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