Elaboradas con maíz pilado y, sobre todo, con un guiso de profundidad de sabores en el que no abruman ni la sal, ni el dulce, ni el picante. Se trata de un plato complejo que necesita un vino que, sin ser excesivamente pleno de sabores, tenga la presencia suficiente para servirle de contrapeso.
Recientemente pudimos probar dos de los Syrah de Santa Carolina, el Reserva y el Barrica Selection y pensamos que justamente es lo que necesitan estas hallacas. Si son las hallacas solas con pan de jamón, la suave especia y el cuerpo medio del reserva podrían ir muy bien. Si se incluye el pernil de cerdo, con su grasa y su salsa, el Barrica Selection, que aporta además algo de pimienta y alguna nota de café tostado, sería la selección.
Para ir diseñando el menú de los días de fiesta.
¡Buen provecho y salud!
Fernando Franz
Chef
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