El Gourmet Urbano: #vinos Daniel Delgado: Crianza de un vino @warmth

viernes, 6 de julio de 2012

#vinos Daniel Delgado: Crianza de un vino @warmth


No todo vino producido es apto para ser guardado y por ende añejado. Usualmente se buscan una serie de características, que de ser lograda hacen al caldo resistente y favorablemente evolutivo. He hecho un resumen del Tratado de Enología para que más o menos se lleven una idea de cómo se hace toda la selección. En la aptitud de un vino para crianza intervienen los siguientes factores:
  1. Añada: parámetro incontrolable. Es la conjunción de factores climáticos que se producen un año determinado como la integral térmica, precipitación y su reparto, heladas, etc., que determinan la sanidad de la uva, el grado alcohólico, polisacáridos, antocianos, polifenoles, entre otros.
  2. Método de elaboración: la maceración carbónica no da vinos adecuados para crianza porque tienen baja acidez. Requieren una vinificación tradicional, con maceraciones más largas, fermentaciones a 25°-30° C, descubes no demasiados tempranos.
  3. Sanidad de la vendimia: vinos con Botrytis no son aptos para crianza, aunque no sea un ataque severo, la lacasa provoca quiebra oxidásica.
  4. pH: no son aptos para crianza vino con pH>3,5, se produce alteración microbiana. El ideal es 3,2<pH<3,5. Con pH<3,2 la evolución es muy lenta.

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Una barrica de roble francés, en la bodega Viña Sastre, en la D.O. Ribera del Duero. Fuente. 

Una barrica, cuba o tonel es un recipiente de madera utilizado para la crianza de vino. La barrica oxigena el vino lentamente (durante períodos de hasta 21 meses) y le aporta textura y aroma para suavizar su sabor. Suelen tener una capacidad de 220 litros y hay de diferentes tipos dependiendo de su tamaño y origen.
 
En general los vinos blancos envejecidos en madera o bien fermentados en barrica, precisan una barrica poco porosa, para evitar una excesiva entrada de oxígeno, y también una elevada cesión de componentes de la madera.
 
Las maderas de roble americano y europeo de Quercus petraea o sessilis, parecen ser las más adecuadas y mejor si proceden de un segundo año de uso o con un franqueado intenso; utilizándose con frecuencia un grado de tostado de medio a fuerte para la cesión de aromas carbonizados complejos.
 
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Arte de la elaboración de barricas. Fuente.

En el caso de los vinos blancos fermentados en barrica, la madera puede ser más nueva y de poro más abierto, ya que las lías del vino impiden su oxidación, y los aromas de la madera resultan mejor fundidos con los del vino.
 
Para los vinos tintos, el tipo de madera a emplear depende de su estructura y del tiempo previsto para su envejecimiento:
  • Los vinos ricos en taninos simples, de carácter astringente y poco “grasos”, les conviene unas barricas de madera poco densa y bien tostadas, con objeto de que el oxígeno condense los taninos con los antocianos, y que la propia madera ceda pocos taninos al vino.
  • Los vinos estructurados, “grasos”, y ricos en taninos polimerizados, el aporte de la madera debe ser más densa y con un grado de tostado medio a fuerte; permitiendo tiempos de crianza mucho más largos.
  • Los vinos más ligeros y con aromas vegetales, donde la aireación no es tan importante, la barrica puede ser de madera densa o algo más porosa pero de segundo año; buscando un grado de tostado en función de la estructura tánica del vino, así de los aromas aportados por la madera, pues no conviene que éstos sobresalgan en exceso a los del vino. Los tiempos de crianza deberán ser más bien medios o cortos.

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Colores del vino según su evolución. Fuente.

En cuanto a la edad de la barrica, solamente los grandes vinos son capaces de soportar la crianza en su totalidad en barrica nueva; debiéndose entonces contar en el resto de los casos, con barricas usadas en la proporción adecuada para el carácter de cada vino, estableciéndose un programa de rotación, donde se prevea la proporción de barricas nuevas y usadas de distintos años que participan en la crianza del vino.
 
Lo ideal es disponer de barricas de menos de tres años de edad, pero esto no siempre es posible debido a condicionantes de tipo económico; pudiendo entonces utilizar las barricas para envejecer distintos tipos de vinos, utilizando las más nuevas para los de mayor carácter, y las más antiguas para los más comunes, aunque en cualquier caso un parque de barricas nunca deberá de exceder de los 5 a 8 años de edad media.
 
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Las edades del roble. Fuente.

Una práctica habitual consiste en utilizar distintos tipos de barricas y edades para criar los vinos, con objeto de comunicar a los vinos una mayor complejidad aromática y gustativa, pudiendo realizarse ésta de varias maneras:
  • Envejeciendo todo el vino al mismo tiempo en lotes de barricas de distinta edad, procedencia, o tratamiento.
  • Criando el vino de manera sucesiva en los distintos tipos de barricas.
  • Envejeciendo el vino en barricas construidas según pedido, con una composición de duelas determinada según su procedencia.
 
Los riesgos de la crianza en barrica pueden afectar por una parte al estilo del vino envejecido, debido a una deficiente selección del tipo de barrica utilizada, o también a un tiempo de crianza inadecuado por exceso o por defecto; y por otra parte, a la alteración del vino debida a las siguientes causas:
  • Oxidación debida a una excesiva permanencia del vino en la barrica, o a la existencia de un importante espacio vacío dentro de la misma, o a un sistema de cierre inadecuado.
  • Excesivo aumento de la acidez volátil, producido por un desarrollo de las bacterias acéticas en la superficie del vino, acompañado de la formación de acetato de etilo que presenta un fuerte y característico olor. Incrementos de la acidez volátil en los vinos envejecidos son normales cuando no sobrepasa los niveles de 0,1 a 0,2 gramos / litro (SO4H2) en un año. Al tratarse de una alteración de tipo aerobio, todas aquellas condiciones de la crianza que suponen un contacto del vino con el aire, aumentan el riesgo de que ésta se produzca; siendo además la temperatura elevada otro factor a tener en cuenta.
  • Formación de velos de levaduras sobre la superficie del vino, que pueden comunicar a los vinos olores y gustos anormales, destacando especialmente los producidos por la Brettanomyces/Dekkera, que produce etil-4-fenol de desagradable olor a cuero o a sudor de caballo.
  • Formación de mohos en las bodegas de crianza excesivamente húmedas, y también en la parte exterior de las barricas con fugas de vino; que pueden llegar a contaminar aromáticamente los vinos, y especialmente si existen dentro de lo locales materiales tratados con desinfectantes del tipo clorofenol.

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Heces de Merlot. Fuente.

Las operaciones de trasiegos y de rellenos son de gran importancia para evitar estos inconvenientes, así como la utilización del anhídrido sulfuroso de manera juiciosa, tanto manteniendo un cierto nivel en el vino, como también utilizándolo después en las operaciones de lavado como desinfectante del interior de las barricas; y por fin contando con las adecuadas condiciones de higiene del local destinado a la crianza.
 
La limpieza de las barricas debe ser realizada en profundidad y teniendo en cuenta las propiedades de absorción de la madera hacia los productos de limpieza.
 
El interior de las barricas deben limpiarse exclusivamente con agua, bien en forma de vapor a 100° C para conseguir su desinfección, o bien con agua caliente a 60° - 90° C aplicada a una presión de 100 a 150 bar y durante un tiempo de al menos 4 a 6 minutos.
 
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Debate de utilización de SO2 para la limpieza interna de las barricas. Fuente 1 y Fuente 2. 

El exterior de las barricas también puede ser limpiado, utilizándose también agua a presión en el caso de poder conseguir su total secado antes del llenado, o bien limpiándose en seco mediante un enérgico cepillado mecánico.
 
En instalaciones pequeñas, las operaciones de limpieza pueden ser realizadas con una maquinaria semiautomática específica basada en un grupo de presión de agua; pero en bodegas más grandes, donde el parque de barricas es elevado, conviene hacerlo con líneas automáticas de lavado de barricas, de rendimiento superior a las 20 barricas por hora y con un empleo de mano de obra más razonable.
 
La lectura de hoy fue algo técnica y corta pero les dará a conocer un poco el exhaustivo proceso que se lleva a cabo sólo para seleccionar cuales vinos y como serán guardados para su evolución. Espero les haya gustado, los invito a seguirme en Twitter @warmth para mayor información y espero sus comentarios abajo para debatir al respecto. 

Hasta la próxima.

Daniel Delgado
 
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