La Verdejo es, a mi parecer, y junto con la gallega Albariño, la gran uva blanca nacional. No es que no haya otras increíbles y de gran calidad (la Godello, Palomino, Moscatel, Viura,…), pero no creo que haya otras que lleguen al gran público como “nuestra querida gallega” y “nuestra castellana más de moda”. Con topónimos muy diferentes en función de dónde nos encontremos, la Verdejo también se denomina Verdeja, Verdelho, Verdella, Botón de gallo blanco, Gouveio,… (¡no confundir con una variedad tinta como la Verdejo Tinto asturiana!).
Si echamos la vista atrás en el tiempo el origen de la variedad se pierde más allá del siglo XI, cuando durante el reinado de Alfonso VI se repobló la zona del Duero con cántabros, vascones y mozárabes, los cuales se cree que introdujeron la variedad desde el Norte de África y que desde ahí fue llegando a las diferentes regiones donde es cultivada en la actualidad. Podemos encontrar la Verdejo en Valladolid, Segovia, Ávila (provincias con viñedos amparados en la D.O. Rueda), pero también en Toro, Cigales o las Islas Canarias. En nuestra cercana Portugal es una de las variedades blancas más importantes, con grandes vinos en sus islas de Madeira y Azores y, un poco más alejados, son los australianos los que han sabido hacer de la Verdejo una de sus banderas en la elaboración de vinos blancos aromáticos y de gran producción.
Es una variedad que ha hecho de Rueda su hábitat idóneo, donde se reúnen algunas de los condicionantes más importantes para el perfecto desarrollo de la Verdejo: una elevada altitud (más de 800 m de media), suelos pedregosos y calcáreos y un clima mediterráneo-continental con grandes amplitudes térmicas (para favorecer un bajo rendimiento de la planta y un incremento en la acidez final del vino). Con la intención de conseguir elaborar vinos de éxito como los de Rueda, muchos productores de otras zonas españolas han empezado a plantar Verdejo; de hecho se estima que en unos años habrá más Has. de la variedad en Castila-La Mancha que la D.O. Rueda (pero difícilmente podrán conseguir la calidad de los vinos de ésta por muchas razones).
Aunque los vinos españoles elaborados con Verdejo se suelen elaborar como monovarietales jóvenes y secos, su estructura permite la fermentación y crianza en barricas de roble. De la misma manera, se usaba para elaborar vinos generosos junto a la Palomino, siendo la base de los “vinos de solera” de la zona (algo sobre ese tema podéis leer en uno de nuestros Reportajes WF).
Fco. Teixidó
Dr. Enólogo de WineFocus / www.winefocus.es
Fuente: winefocus.es
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