Hoy te contaré algunos de los tipos de reseñas que lejos de ayudarte a seleccionar las mejores opciones para disfrutar tu pasión por el vino te alejan de ella. Así que ponlas bajo sospecha y sigue disfrutando de esta maravillosa bebida.
No. 1 Las reseñas melancólicas. Esas que se pierden en el "brillante pasado" de las cavas de tiendas venezolanas cuando los vinos europeos eran la norma y, muchas personas, aunque no los entendieran, se acostumbraron a decir que eran mejores que el resto y casi descartaban los vinos del Nuevo Mundo. En realidad, ese tipo de reseña es un insulto a la oferta actual y tiene nula utilidad para el amante del vino.
No. 2 Las reseñas aspiracionales. Son las que se dedican de forma casi molesta a recordarnos lo que no tenemos y casi es imposible que llegue a nuestro anaquel local. En sus peores ejemplos son un ejercicio de petulancia y soberbia que de nada le sirven al entusiasta del vino.
No. 3 Las reseñas disfrazadas de críticas. La base del pensamiento crítico es la comparación de determinado objeto frente a los mejores ejemplos de la tradición del mismo. Es decir, no hay crítica literaria si te digo de qué trata una novela sino cuando la analizo a la luz de las mejores obras que podrían comparársele. Por eso, cuando vemos reseñas de vinos que se pierden en palabrerías para hablar mal o bien del mismo pero no admiten que se trata de un simple comentario, una mera opinión sino que pretenden que es una verdad grabada en piedra, el amante del vino hace bien en sospechar de ella porque tiene un innegable componente de manipulación.
No, 4 Las reseñas metafóricas. La realidad es que a los comunicadores del vino la poesía, salvo contadas excepciones de escritores comprobados como el francés Bernard Pivot, no se les da nada bien y, de hecho, termina por aturdir y confundir al lector. Por eso, aunque es un recurso expresivo más para escribir las reseñas, las características organolépticas de un vino y sus ocasiones de consumo son datos muchísimo más útiles y, sobre todo, la convierten en una información práctica porque, después todo, ¿no queremos tener las claves para disfrutar mejor cada botella que descorchamos?
Jesús Nieves Montero
@elproximojuego
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