
Al son de los ritmos gallegos, los pintxos favoritos serán un homenaje al sabor ibérico, con calamaretis escabechados, salmón rosado con manteca negra, puerros y gambas con txupito de piperrada, setas y cordero cocido a lo largo de 48 horas con vino, hierbas aromáticas y vegetales. La nueva y suntuosa carta de postres promete mágicos instantes de duda frente a la cuchara, con su Mousse de Maracuyá, la Merengatta de frutos rojos en almíbar de menta y el Volcán de Chocolate con helado de crema.
La sidra, que se escancia delante del cliente con el vaso en la cintura y la botella en el hombro, provoca una explosión de sabor, perfumes y burbujas sobre el paladar. La historia cuenta que durante La Probaketa, es decir la ceremonia invernal para probar la sidra en los caseríos gallegos, los amigos mantenían la sobriedad con pequeños bocadillos llamados pintxos. Sabino le rinde culto a estas costumbres y las trae a Buenos Aires para celebrar su primer año: una celebración para el olfato, la vista, el gusto y el alma misma en donde, además, se revelará el secreto de su nombre.
Gasto promedio: $120
En Baez 401 (y Chenault)/ 4776 3122/ www.sabinoresto.com.ar
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