Hablar de comida es hablar de cultura. Pero hacerlo de las comidas que forman parte de la tradición es adentrarse en los orígenes de la historia, una manera de abrevar en ella, en los mitos fundacionales que cada pueblo acepta y transmite a los que vendrán. Las grandes hazañas militares, la independencia, las conquistas populares y la celebración de la Fe van siempre escoltadas por uno o varios platos que de algún modo las mantiene vigentes.
No es el calendario el que nos guía, sino los aromas y la memoria emotiva que nos llevan a puntos precisos de nuestra historia. Y a veces, como en el caso del pan dulce, una comida no sólo cristaliza los hitos de la historia de un pueblo en particular, sino que representa además el espíritu de una comunidad más vasta que lo contiene y lo identifica. El pan dulce es un postre, que con variaciones menores, en diciembre aparece en la mayoría de las mesas del mundo latino, siendo su presencia un indicio de la inminente llegada de la navidad. La receta que proponemos es a su vez parte de una tradición y una forma de honrar la memoria: el legado que se transmite de generación en generación, de un padre al hijo o, como en este caso, de una abuela a su nieta durante tardes inolvidables, al calor de un horno siempre encendido, envueltas en la fragancia de las especias y en el aroma del pan recién hecho. Lo preparan en Dulces Confidencias y su autora es Toti, la abuela sabia, mentora e inspiración de Virginia Noboa, su creadora.
En Cabrera 5600 (esquina Fitz Roy) / 4774 7329
Cantidad de porciones: 1 pan grande
Tiempo de preparación: 4 horas
complejidad: media
Ingredientes:
Fermento:
- Azúcar, ½ cucharada
- Harina, ½ taza
- Leche, ½ taza
- Levadura, 25 gramos
Masa:
- Harina, 300 gramos
- Manteca, 100 gramos
- Huevos, 3
- Azúcar, 75 gramos
- Esencia de vainilla, 1 cucharadita
- Agua de azahar, 1 cucharada
- Esencia de almendras, 1cucharadita
- Extracto de malta, 1 cucharada
- Ralladura de naranja, 1 cucharada al ras
- Ralladura de limón, 1 cucharada al ras
- Nueces, 50 gramos
- Almendras, 50 gramos
- Avellanas, 50 gramos
- Trocitos de chocolate, 50 gramos
Procedimiento:
- Para el fermento desmenuzar la levadura y mezclarla en un bol con el azúcar, la leche tibia y la harina. Dejar fermentar.
- En otro recipiente batir la manteca blanda con el azúcar hasta que el azúcar se disuelva. Sin dejar de batir incorporar el limón y la naranja rallada, el extracto de malta, los huevos de a uno, el agua de azahar, la esencia de vainilla y la de almendras y una pizca de sal.
- Añadir la harina y seguir trabajando la masa hasta que se despegue de los bordes de la batidora o de la superficie de la mesada. El bollo debe quedar liso y suave. Cubrir y dejar leudar al menos dos horas.
- Precalentar el horno y tostar los frutos secos en él. Pasarlos por harina e incorporarlos a la masa previamente desgasificada. Agregar el chocolate troceado y trabajar la masa hasta que los los frutos y el chocolate se hallan distribuido uniformemente.
- Formar un bollo, acomodar en un molde de papel manteca y dejar leudar 20 minutos. Hornear 40 minutos a temperatura media con un recipiente con agua en el piso del horno.
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