Y no está mal, sobre tratándose de un vino de altura, de un buen precio que justifique el cariño que le tenemos al receptor. Pero, tratando de pasar por alto esta lógica secuencia, ¿qué mejor que un accesorio para los amantes de los buenos vinos? Los hay muchos y diferentes y todos son perfectos. Por ejemplo, los tapones para vino sellan una botella abierta y lo mantiene fresco por más tiempo luego de que ha sido servido en la mesa. Se puede utilizar el mismo corcho o sino utilizar algún tapón más sofisticado, por ejemplo de los que vacían el aire del interior de la botella al taparla. Pueden ser sencillos o más elaborados, pero hay que fijarse en que cumplan su cometido. Otro accesorio interesante es un enfriador de vino. Sobre todo para un entusiasta serio. Éstos son similares a los refrigeradores pequeños, pero están hechos exclusivamente para el vino y lo mantienen en la temperatura perfecta.
El “drop stop” para vinos es un artículo bastante de moda en los últimos tiempos que consta de una lámina metálica colocada en el cuello de la botella y que evita que gotas derramen la botella sobre el mantel.
Para impresionar a los invitados, nada mejor que un termómetro para botellas. Es un termómetro especialmente diseñado para medir la temperatura del vino desde el interior de la botella.
Luego, hay centenares de libros donde pueden consultarse las esencias más características que se perciben en el vino. Permite a un aficionado desarrollar aún más su olfato para perfeccionar las percepciones en la cata del vino, y a los novatos del vino a conocer sobre las distintas sensaciones que se pueden percibir.
El pasabotellas es un soporte que permite mantener la botella a unos centímetros por encima del mantel, para evitar que éste quede apoyado directamente sobre la mesa.
Al igual que el “drop stop”, un recogedor de gotas es un anillo de plástico o metal que se inserta en el cuello de la botella y evita que las gotas manchen el mantel.
Las copas de vino siempre son una buena opción para estas ocasiones. Si sabe que la persona prefiere un vino tinto o blanco, se deben elegir las copas en consecuencia. Mientras que las copas simples son perfectamente aceptables, es una opción súper elegante hacer grabar el nombre o las iniciales de la persona agasajada en el cristal de las copas, personalizándolas. Se puede elegir un decantador de vino que haga juego con las copas que adquirimos y cerramos el regalo.
Hay otro regalos más sofisticados, como cajas de madera o bodeguitas para conservar los vinos en el hogar. En todos los casos, se lo aseguramos, quedará como rey/reina.
DANIEL SAGARNAGA
Fuente: eltribuno.info
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