Este verano cópate y prueba con alguno de estos tragos a base de espumosos. Son sencillos y tienen estilo. Y renovarán tu paladar con frescura y sabor. Pruébalos.
Innovar es el alma de un buen paladar. Al fin y al cabo, de probar cosas nuevas se trata esta vida. Y aquellos bebedores que estén algo cansados de probar los mismos espumosos de siempre debieran intentar, o bien cambiar de marcas, o bien lanzarse a la barra con ganas de conseguir sabores nuevos combinando burbujas en tragos.
En general, hay tragos que son sencillos y otros complicados. La buena noticia para quien tenga sed de cosas nuevas, es que en su mayoría, los tragos con espumosos no son difíciles y se resuelven con un par de ingredientes, sin siquiera coctelera (algo que sería imposible debido al gas). Así que ya sabes: si tienes ganas de beber ricos tragos este verano, apúntate algunos de los clásicos y no tan clásicos que listo a continuación. Son para sorprender y sorprenderse en pocos minutos.
Délice con pepino o albahaca
Lo sabemos todos: una botella de champaña en un día de calor termina siendo un jarabe, a menos que se tenga una frapera. Y si ese es el caso, lo mejor, lo más refrescante incluso, es servirlo en tragos con abundante hielo. Délice, el espumoso dulce de Chandon, es un caso ideal, porque su dulzor y su frescura admiten de forma perfecta una buena cantidad de hielos. Eso sí: si quieres que sea un trago que le baje la térmica a tu boca, ten a mano un pepino frío o bien unas hojas de albahaca. Cualquiera sea el caso, en un vaso pones dos medidas de Délice, tres rocas de hielo y una rodaja de pepino o tres hojas de albahaca; como garnish, la piel de un limón o una naranja enrollada. Es ideal como aperitivo para beber junto a la pileta.
Dulcet Joie
En 2013 la tendencia más fuerte en materia de burbujas fue el azúcar. Nada más el año pasado se lanzaron al mercado una docena de espumantes dulces, entre los que está Dulcet, de Navarro Correas. El punto es que, para que sean refrescantes, hay que ponerles hielo y diluirlos un poco o, mejor aún, sumarles una pizca de acidez. De eso se trata el trago Joie, perfect serve para Dulcet. En una copa de vino hay que agregar tres partes de espumante, media parte de jugo de manzana y unas gotas de jugo de limón. Como garnish, media rodaja de manzana verde. Agregar tres rocas de hielo y servir.
Norton Spritz
Los spritz son tragos sencillos, con gas y de paladar amigable. El más famoso spritz hoy en el mundo es el que se prepara con Aperol, el bitter light de moda sobre todo en Europa. Lanzado al mercado argentino hace poco más de un año, en nuestro país encontró compañero de ruta en Norton Extra Brut. Un espumoso fresco y aromático que, combinado con el bitter, da vida a un trago refrescante y muy veraniego, perfecto para aperitivos y para sostenerlo toda la noche. La receta perfecta es tres partes de espumante, dos partes de Aperol, una parte de soda, tres rocas de hielo y una rodaja de naranja sumergida. Con esa base, hay muchas variantes para sumarle el Spritz y darle otro sabor.
Martini Bianco Royale
Otro que incurrió en el mundo de los tragos con espumante son los propios elaboradores de aperitivos. Es el caso de Martini Bianco, que en 2012 saltó de la hora del vermouth chic a la trasnoche de las fiestas de la mano de un combo irresistible. Una de las recetas que más nos gustó es esta que te pasamos a continuación: una parte de Martini Bianco, una parte de Martini Prosecco (lo importan ellos de Italia, es aromático y apenas dulce) y jugo de lima y hoja de menta para sumar un touch refrescante en la nariz. Se prepara así: llenas una copa con hielo, servís Martini Bianco y el prosecco, luego exprimís un gajo de lima y decorar con una rama de menta. Está listo para tomar.
Ponche Florentina
Lo viste en todas las películas, pero nunca supiste a qué sabe un buen ponche. El verano puede ser el momento indicado para probarlo. Con el nombre de Ponche Florentina, Cooperativa La Riojana lanzó este año una propuesta para usar su Dolce Malbec Rosé como eje de un ponche para compartir. Es un trago que le gusta mucho a las chicas. Está elaborado a base del vino, para lo que se vierte en una jarra grande medio litro de almíbar, una parte de triple sec, no menos de dos cubeteras de hielo, frutas de estación en rodajas y finalmente una botella del espumante. Se sirve en vaso de trago largo, todas las veces que sea necesario.
Kir Royal
Es uno de los cócteles más clásicos y franceses que se puedan para preparar con burbujas. Francés -su gran difusor fue Félix Kir, obispo de Borgoña- su principal ingrediente es también típicamente galo: licor de cassis. Rojo del tamaño de una aspirineta, el cassis tiene un gusto frutal definido y dulce y un aroma levemente mentolado, que es el responsable de aportarle a un espumoso seco el nuevo perfil. Se prepara directamente en la copa, con una parte de espumoso y media parte de licor de cassis. De inmediato el vino se tiñe y queda como un rosé, fragante y sabroso.
Sparkling Bellini
Si te gustan los tragos frutales, con pulpa y sabor marcado, el Bellini será tu mejor opción. Fue creado por el bartender Giuseppe Cipriani en su mítico bar Harry’s de Venecia al final de la Segunda Guerra Mundial. El punto con este trago es que requiere de buena pulpa de durazno, nada de andar comprando por ahí una de lata, hay que procesarla lo más en el acto posible. Se mezclan 2/3 de champán con 1/3 con pulpa de durazno, todo bien frío. Para darle más aroma y evitar que se oxide el durazno, conviene agregarle unas gotas de limón. Su sabor es suave y, como tiene poco contenido alcohólico, es perfecto para un aperitivo. Sencillo, reclama buenos ingredientes, eso sí.
Mimosa
Clásico de clásicos e ideal como bebida para brunchs y aperitivos, Mimosa es un trago simple y fácil de preparar que a todo el mundo le gusta. Combina un espumante apenas dulce –tipo demisec- con jugo de naranjas recién exprimidas, en partes iguales. Se sirve en copa flauta y por su pronunciado color naranja, resulta un trago bien vistoso. Tiene un origen curioso, ya que se dice fue inventado en el Hotel Ritz de París en 1925, aunque resulta muy parecido al Buck’s Fizz creado en Londres en 1921. El nombre, en todo caso, es poético: proviene de las flores de la planta llamada homónima, de un color amarillo naranja y algo granuladas.
Fuente: Planeta Joy
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