El ciclo de cenas pictóricas Le Diner des Artistes regresa a Buenos Aires para presentar la armoniosa unidad de sabores y piezas artísticas encabezada por los banquetes dedicados a Gauguin y Cezanne: dos comidas inéditas que llevan el marco contemporáneo del Alvear Art Hotel, en su restaurante Contraluz, y la maestría del chef Daniel Godoy como garantía. La primera cita es el 27 de Mayo a las 20.30, con una mesa dominada por la alegría primigenia de Paul Gauguin y su fascinación por la Polinesia francesa; la segunda el 24 de junio, para develar cómo la Provence influyó en los gustos favoritos de Paul Cezanne y en los colores de sus obras.
Con dos piezas culinarias creadas a la medida de los pintores, el chef Godoy permite una comunicación fluida con las obras de Gauguin y Cezanne, partiendo de las aficiones gustativas de cada uno y observando, con la guía de la historiadora Virginia Cavalli, cómo el entorno influyó sobre ellos. Las selvas húmedas y sus nativos, un mundo primitivo ideal y una vida no contaminada por la civilización conmovieron la sensibilidad del joven Gauguin, llevándolo no solo a preferir los perfumes de frutos y vegetales nacidos en las tierras fértiles de Tahití, Papeete y las Islas Marquesas, sino a reflejarlos en sus pinturas. En el banquete de Godoy, platos con nombres que remiten a islas felices: Noa noa (perfume fragante), Pape moe, (agua misteriosa), Te po (noche eterna), Mata mua (en los viejos tiempos), con reminiscencias de carne de cerdo al asador, peces y mariscos recién recogidos y marinados en leche de coco, legumbres cocidas en hojas verdes, cocos, piñas, plátanos, melones y mango, infusiones florales y zumos.
Esta recreación histórico-gastronómica de Cavalli y Godoy procura reflejar la gracia de Gauguin, que cenó a la luz de la luna con sus amigos maoríes, pero también elogió los manjares servidos por las mujeres bretonas. Como parte de la velada, la historiadora hablará de la búsqueda del Paraíso perdido que llevó a Gauguin a una obra tan intensa, mientras se muestran trabajos que abarcan desde sus pinturas más famosas hasta las técnicas en grabado, tintas, acuarelas, cerámica y tallas en madera, menos conocidas. ¿Un valor agregado? también se darán a conocer los famosos escritos y poemas del artista.
En la cena dedicada a Paul Cezanne, un enamorado de los bosques y laderas de su geografía, los perfumes evocados serán los de Aix-en- Provence, su tierra natal, donde su cocinera privada Mme. Bremond, preparaba berenjenas grilladas, sopa de puerro y vermicellis, conejo a la cacerola, omelette de hongos, cerdo asado, torta de almendras de Aix, flan de queso y pasas de uva rubias, queso blando con miel, almendras y mermelada. En sus obras, formas simples, color, la esfera, el cono y el cilindro como figuras detrás de cada representación natural, reflejando un paisaje perfecto, el aliento de las rocas y el perfume azul de los pinos. Y en la mesa del restaurante Contraluz, creados por el chef Daniel Godoy con los relatos históricos de Cavalli, platos con nombres evocativos: La tarde en Nápoles, El eterno femenino o La vida de campo, plenos del sabor de la campiña francesa que tanto amó Cezanne.
Dos cenas únicas en Buenos Aires: Gauguin y Cezanne. Un festival para los sentidos, en sintonía con los artistas, que promete a Rodin para Agosto, Degas en Octubre, y Berni en Noviembre.
En Alvear Art Hotel (restaurante Contraluz)/ Cupo limitado- solo reservas anticipadas on line/ Suipacha 1036/ www.dinerdesartistes.com.ar/
Cena Gauguin: $390 (con vinos incluidos)/ Auspician Banco Supervielle - Saint Felicien – Nespresso (50% dcto para clientes privilege Banco Supervielle)
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