Los granitos blancos que esparcimos sobre la comida no dejan de acaparar los titulares. Ya sea que hablemos de la sal o del azúcar, pareciera que muchos de nosotros estamos consumiendo demasiado de los dos. Las advertencias sobre sus efectos en la salud son cada vez más preocupantes. ¿Cuán fácil es vivir sin alimentos procesados por una semana? Helen Briggs se puso a prueba y este es su diario.
Domingo
El primer día de mi nuevo régimen alimenticio empezó con una visita a la cocina para ver cuáles de mis suministros tenía permitido comer. La definición de comida procesada varía, pero de acuerdo con la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos se trata de:
Cualquier alimento que no sea un producto agrícola crudo y se incluye cualquier producto agrícola crudo que ha sido sometido a procesos de enlatado, cocción, congelamiento, deshidratación o molienda.
Afuera quedan la pasta, el aceite, los tomates en lata y muchos otros productos básicos que tenía en los cajones.
Frutas y vegetales ilimitados son la opción más sencilla, junto a las papas humildemente cocinadas al horno.
Pero ¿y la proteína? Yo no como carne. Eso significa que me toca remojar y cocinar mis lentejas y granos en vez de comprarlos listos en las latas.
Lunes
Es un día laboral. Tengo que empacar mis comidas del día en raciones. No puedo depender de la ensalada o la sopa que suelo comprar porque es muy probable que contenga alimentos procesados como cubitos de caldo o mayonesa.
Me abastezco de frutas: banana para el desayuno y manzanas y naranjas para las meriendas.
Pero caigo en cuenta de algo que puede ser horrible: ¿Y mi café? ¿Eso cuenta como un alimento procesado?
Victoria Taylor, dietista de la Fundación Británica del Corazón, me tranquilizó.
Tras hacerme una concesión, me permitió tomar café siempre y cuando compre los granos y los muele yo misma.
Otra cosa que debo añadir a mi lista de tareas.
Pasteles y rosquillas están prohibidas pero no toda la comida procesada es mala.
Martes
Amanezco un poco cansada después de que anoche me quedé hasta tarde remojando garbanzos, hirviendo lentejas y moliendo granos de café.
Mis hijos ven las ollas sucias y me preguntan: "¿Qué es todo este pegote quemado, mamá?"
Mi bolso se llena de recipientes que contienen: una ensalada casera de garbanzos, nueces, bananas, un racimo de uvas y otro tipo de ensalada casera.
Estoy empezando a desear azúcar y patrullo con hambre por la cantina en busca de cualquier cosa que no sea procesada.
Miércoles
Una nueva rutina esta mañana. Para analizar lo que estoy comiendo, Victoria me pidió que pesara toda mi comida, tres días a la semana.
Además de moler, remojar y hervir, ahora necesito poner todo en la balanza.
El pepino es un buen ingrediente para las ensaladas en una semana sin comida procesada.
Sin embargo, debo reconocer que mi dieta está surtiendo un efecto en mí: me siento saludable y llena de energía.
Jueves
He descubierto que añadiendo hierbas es una buena forma de darle sabor a los alimentos sin necesidad de usar sal, azúcar o salsas.
El té de menta se ha convertido en toda una especialidad: menta fresca en el fondo de una taza, vierto agua caliente y listo.
Mientras hago mi experimento también estoy ahorrando dinero, pues he dejado de comprar cafés en la tienda. Aunque tengo que confesar un ocasional pero ilícito Americano no hecho en casa.
Viernes
Me gusta pensar que soy muy buena leyendo las etiquetas de los alimentos. Pero un vistazo rápido antes de meter un producto en el carrito del supermercado, no es suficiente.
He descubierto que tanto el azúcar como la sal pueden estar escondidos en muchos productos de los cuales no sospecharía.
Las nueces de pistacho no procesadas, con sus conchas, que compro en el supermercado tienen sal.
Detectar el azúcar en las etiquetas de los alimentos puede ser una misión casi imposible. Se encuentra en una lista que incluye: almíbar de maíz rico en fructosa, glucosa, sirope de malta, maltosa y jugo de caña evaporada.
Las frutas son una gran alternativa para las meriendas.
Sábado
En el Reino Unido, cocinar en casa se está convirtiendo en una costumbre del pasado.
En la década pasada, el dinero que se ha gastado en comer afuera y en comidas para llevar ha aumentado en casi 30%.
Pasé el sábado a la antigua: cocinando lo que comeré en los próximos días.
Domingo
Tengo el cumpleaños de un familiar, lo que hace inevitable comer afuera.
El mesonero se está empezando a impacientar con mis preguntas. ¿El risotto tiene cubitos de caldo hechos en casa? ¿Tiene azúcar o sal o condimentos artificiales?
Comer en restaurantes es un campo minado cuando tienes prohibido añadir cualquier cosa a la comida.
Ya sea un emparedado, el cappuccino de la mañana o una fiesta de cumpleaños en un restaurante, determinar con exactitud lo que realmente contiene lo que comemos es una pesadilla nutricional.
El veredicto
Lentejas y guisantes cocinados en casa son una opción saludable.
La semana ha sido esclarecedora y es definitivamente algo que volvería a hacer.
Pero sin contar con una preparación adecuada, es poco práctico para muchos.
Podría haber optado por una dieta más variada como pescado a la parrilla y vegetales al vapor, pero sin la posibilidad de tener mi propio chef o tener un empleo que me permitiera trabajar desde casa, todo eso se me escapaba.
Entonces ¿cómo me fue? De acuerdo con Victoria Taylor, no tan mal.
Me dijo que basada en una comparación con mi semana de "control", mi consumo de sal y grasa saturada se redujo a la mitad.
La principal razón en mi caso, una persona que no consume carne, es que renuncié al pan y al queso, los cuales pueden ser relativamente altos en sal y grasa saturada.
"Aunque Helen no estaba dándose un banquete con alimentos que típicamente consideramos procesados, como comidas listas para calentar en el microondas, pizzas o papás fritas, su experimento muestra cómo los alimentos del día a día como el queso y el pan hacen una gran diferencia en la cantidad de grasa saturada y sal que comemos", dijo.
"Los alimentos procesados no son siempre algo malo pero es importante que existan etiquetas claras (sobre lo que contienen los productos)".
"Etiquetas codificadas con colores que ofrecen un vistazo (del contenido) son una manera sencilla de determinar si ese producto que estás comiendo es una opción saludable"
Fuente: bbc.co.uk
No hay comentarios. :
Publicar un comentario