Esta vez le toca el turno a la uva mencía, muy presente en El Bierzo y Galicia
La variedad mencía, conocida también como loureiro tinto, negra, negro, tinto mollar o Jaén en Portugal, se cultiva principalmente en el noroeste español. Cobra notoriedad sobre todo en la D.O Bierzo, donde supone un 75% de la uva total cultivada, pero cada vez coge más fuerza en las denominaciones de origen gallegas, como la D.O. Ribeira Sacra, D.O.Valdeorras y D.O. Monterrei.
Durante años se pensó que era una variedad de uva que descendía de la cabernet franc debido a sus grandes similitudes en cuanto a características organolépticas, pero finalmente se descubrió que se trata de una variedad autóctona y original de nuestra tierra.
Los vinos de mencía tienen un intenso color frambuesa y son muy aromáticos; sobre todo, poseen un aroma frutal muy potente y amplios matices florales. En boca es aterciopelada, con una gran capacidad de expresión del terroir, de elevado grado alcohólico y generalmente de baja acidez. Por todo ello, hasta ahora se utilizaba generalmente para elaborar vinos jóvenes, maceraciones carbónicas o tintos de poca crianza. Pero gracias a la labor de gente como Álvaro Palacios y Raúl Pérez, poco a poco se va demostrando que la uva mencía también es una uva para largos periodos de guarda.
¿Y con qué platos podemos maridar un vino de mencía?
Los vinos de mencía se pueden maridar con una amplia gama de productos, pero hay un plato tradicional de El Bierzo: el botillo, un plato contundente, del que podremos equilibrar su grasa con un buen vino con algo de crianza.
Pescados: no es una uva que encaje demasiado bien con los pescados, pero si quisieran intentarlo, recomiendo unas deliciosas sardinas a la plancha.
Carnes: si lo que quieren es acompañar un plato de carne, les puedo dar varias sugerencias. Una de ellas es preparar un civet de carnes de caza, pero armoniza con cualquier tipo de elaboración de las carnes de caza, cordero, conejo y carnes rojas.
Quesos: fundamentalmente tendremos que elegir quesos bastante curados como manchego o idiazábal.
Embutidos y chacinas: vinos perfectos para un buen plato de jamón Ibérico de bellota, de cecina de León o cualquier tipo de embutido como la butifarra.
Arroces: siempre que incluyan algún producto un poco más graso, como un arroz de cola de toro.
Fuente: El Confidencial
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