El Gourmet Urbano: Blanco ¡que te quiero blanco!

jueves, 25 de junio de 2015

Blanco ¡que te quiero blanco!

Distinción. Abandonen conceptos equivocados: eso de que "el mejor blanco es un tinto" es una soberana tontería y demuestra del que lo dice que poco o muy poco sabe de vino
 HAY grandísimos vinos blancos en el mundo, no hay más que abrir una botella de Borgoña o de Alsacia si hablamos de Francia, o de los maravillosos vinos austríacos o los alemanes del Rin, hablando del Viejo Mundo. Pero también en el Nuevo hay blancos maravillosos, de corte distinto pero con mucha personalidad. Los vinos blancos siempre fueron considerados los más elegantes y los mejores. Ya los faraones bebían vinos blancos; fueron cantados por poetas de la antigua Persia; y fueron bebidos y loados por los grandes de nuestro Siglo de Oro.



Es cierto, sin embargo, que en España, salvo honrosas excepciones, no se elaboraban hasta hace muy poco blancos que dieran la talla, y ello a pesar de que, hasta hace algo más de dos décadas, la mayor parte del viñedo patrio era blanco. Y es que, en un país de sol como el nuestro, donde las fermentaciones alcohólicas no bajaban de los 28 grados de temperatura… ¿Cómo hacer para extraer el potencial de fruta de una variedad blanca? Así, los vinos blancos resultantes eran vinosos, rústicos, con poca acidez, pesados de beber. Pero gracias a los avances tecnológicos eso se ha superado.



España le debe una gran parte del salto cualitativo de sus vinos -y de los blancos particularmente- al control de temperatura que hoy puede aplicarse a los depósitos de fermentación. Y ahora sí: tenemos en España blancos riquísimos, serios, bien hechos y bien acabados que ahora que empieza el calor nos dan frescura sin que por ello tengamos que renunciar a estructura, cuerpo y plenitud en boca; algunos de ellos, con la misma o mayor graduación que los tintos pero con equilibrada acidez, lo que nos permite incluso acompañar toda una comida con ellos, a la vez que nos refrescan y nos limpian el paladar. Vinos con gran franqueza, que testimonian de la variedad con la que se elaboran y de las zonas de las que proceden, algo difícil en estos tiempos de globalización donde la tipicidad se pierde a la misma velocidad que llegamos a cualquier rincón del mundo con un "clic" del ratón del ordenador.

¿Me permiten algunas sugerencias?


Blanco joven sin paso por madera. Elaborado con las variedades Chardonnay y Muscat, es el primer vino de Codorníu (si bien el Grupo posee bodegas en otras DDOO españolas donde sí elaboran vinos tranquilos), un homenaje a uno de sus iconos: Anna de Codorníu. Esta empresa familiar, con viñedos en propiedad desde 1551, dieciocho generaciones dedicadas a la tierra y 450 años de experiencia en la elaboración de vino, nos ofrece ahora este blanco brillante, con aromas de fruta blanca (manzana), de melón, cítricos y recuerdos de vainilla y tropicales (mango). Frescura y complejidad también en boca, largo recorrido y final persistente.

Blanco joven sin paso por madera (la añada 2014 está a punto de salir). Los albariños, y en especial los de la D.O. Rías Baixas, han sido los abanderados de la "revolución blanca" desde los años 70 del pasado siglo, aunque la Denominación de Origen como tal data de 1980. Una zona de tierras bajas, próximas al mar y asociadas a los tramos inferiores de los cursos fluviales, lo que condiciona fuertemente el clima, de influencia Atlántica. Este es un vino con matices de flores blancas, intensos aromas de manzana madura, de hierba recién cortada y recuerdos de melón cantaloup. Untuoso, amplio y muy fresco en boca. Un albariño con un nombre que a los granadinos nos es tan familiar…

Blanco joven sin paso por madera. Son muchas las bodegas catalanas que están trabajando, desde hace algunos años, en sacar un partido de las variedades autóctonas que hasta ahora se intuía pero no se explotaba: es el caso de la Xarel.lo. cuya rotundidad se une en este vino ecológico con la elegancia y la sensualidad de la Garnacha Blanca. Encontramos aromas de cítricos, flores blancas (azahar), frutas tropicales (piña), y fruta blanca (pera) y matices herbáceos. En boca es fresco, con muy buena acidez, una untuosidad más que agradable y cierta mineralidad. Un vino con personalidad, bien perfilado, ligeramente amargoso y con persistencia notable.

Blanco joven sin paso por madera. Exclusiva y sorprendente elaboración de una nueva variedad riojana, la Tempranillo Blanco. La diferencia más notable con la tinta es que las pieles de las uvas son de color amarillo-verdoso en lugar del usual negro-azulado, debido a una mutación natural en un sólo gen del color de la piel. De hecho, la semejanza genética entre la variedad tinta y la blanca es del 97,8%. Es un vino que se caracteriza por sus intensos aromas de frutas tropicales (piña, maracuyá, plátano) y cítricos, con toques florales muy elegantes. Un Rioja original y novedoso y con gran estructura.

Utiel-Requena es una denominación de origen creada en 1932, aunque la tradición vinícola de la zona se remonta al siglo VII a. C. como lo prueban las ánforas encontradas en el yacimiento ibérico de Los Villares de Caudete de las Fuentes. Este vino, elaborado con Macabeo y Sauvignon Blanc (con una maceración prefermentativa de las pieles) es intenso, fresco, frutal y franco en nariz, con recuerdos a flores blanca y fruta tropical, piel de albaricoque e hinojo. En boca resulta graso, sabroso, con una excelente acidez y muy equilibrado.

Rueda fue la primera Denominación de Origen reconocida en Castilla León, protegiendo con ello su variedad autóctona: la Verdejo. La Familia Martínez Bujanda, con raíces riojanas y 126 años de historia vitivinícola, crea este vino, con cinco meses de crianza sobre sus lías, que reúne lo mejor de la variedad con la tradición de la zona. Aromas intensos de fruta de hueso (albaricoque), de hinojo -típicos de la verdejo- y de heno recién cortado. En boca, las lías le proporcionan untuosidad, amplitud y profundidad. Fresco en el paso, largo y bien construido.

MARGARITA LOZANO

Fuente: GranadaHoy

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