Según diversos estudios, al parecer el vino rosado es el vino más antiguo del mundo, ya que durante siglos al producirse vino durante el estrujado muchas veces el mosto entraba en contacto con las cáscaras y se coloreaba un poco antes de comenzar la fermentación. Consecuentemente, el vino con el que Cleopatra sedujo a Julio César en el Nilo, el de las Bodas de Canaán o el vino que bebió Leonor de Aquitania, probablemente fue rosado.
En México se identifica el rosado como vino dulce, gracias al posicionamiento de marca que tuvieron vinos provenientes de la denominación de origen Anjou, ubicada en el valle de Loire a finales de los ochenta. Pero los rosados no se limitan a un estilo de vino dulce.
La gran cualidad del vino rosado es que tiene la frescura de un blanco con aromas muy placenteros presentes en los tintos. Estas características sensoriales permiten que los vinos rosados puedan armonizar con ingredientes y platillos que generalmente pueden ser difíciles de acompañar con otro estilo de vinos.
Uno de los ingredientes fundamentales de las ensaladas es el vinagre, que es muy complicado armonizar con vinos por la sensación de agrio que produce. Sin embargo, los vinos rosados podrían complementar muy bien los agrios y amargos presentes en una ensalada.
Para las cocinas orientales muy especiadas, los vinos rosados suelen ser grandes compañeros, ya que son muy placenteros y frescos y complementan muy bien estos platos exóticos.
Por supuesto que, hablando de nuestra gastronomía, el vino rosado tendría que estar presente. Los platillos mexicanos con una vastísima variedad de chiles y pocas grasas animales, podrían acompañarse de vino rosado y ser muy agradables. Por ejemplo, un arroz con mole poblano con una copa de vino rosado será una experiencia que, estoy seguro, les va a fascinar.
No se olviden exigir al restaurante, o bien, a la tienda de su preferencia, vinos rosados que no tengan más de dos años de antigüedad, ya que el rosado está hecho para beberse joven
Hoy, esta columna les recomienda un vino francés muy accesible a menos de doscientos cincuenta pesos llamado Les Domaniers. Otra fascinante opción puede ser Estelado Rosé de Bodegas Torres Chile, vino espumoso rosado elaborado a partir de la uva Misión cuyo precio no supera los doscientos pesos. La temperatura ideal para beberlos es entre 10° y 12°. Grandes compañeros de platillos como chilpachole de jaiba, aguachile, enchiladas potosinas o unos deliciosos panuchos.
El rosado es una excelente opción para iniciarse a beber vino. No se dejen llevar por comentarios producto de la ignorancia y prueben un vino enaltecerá muchos platos de nuestra gastronomía, especialmente en esta época de calor.
¡Salud!
Fuente: El Financiero - Mexico
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