Panda, junto a Ochiai y Usagi en Barcelona, son las únicas pastelerías de productos japoneses en España en las que encontrar 'macarons' de flores de cerezoPanda, junto a Ochiai y Usagi en Barcelona, son las únicas pastelerías de productos japoneses en España en las que encontrar macarons de flores de cerezo y lichi; mochis, miniatura de frambuesa y dangos de primavera; dorayakis y tés orgánicos para merendar a la japonesa en Madrid.
La cocina japonesa es, a mi modo de ver, primero perfeccionista -ese es su principal ingrediente-, y después destaca por utilizar el mejor producto posible y una estética inimitable. También creo que los restaurantes japoneses de nuestro país tenían un déficit importante cuando se acababa la comida y llegaba la hora de los postres; era casi imposible elegir un dulce de aquel país, no ya que rayara a la altura del resto de platos, sino incluso que fuera apetecible.
Sin embargo, el que ha probado la auténtica pastelería japonesa sabe que la repostería de aquel país suele disputar a Francia los primeros puestos en La Coupe de Patisserie; tal es el nivel de delicadeza y sutilidad de las creaciones de los pasteleros japoneses.
Tanto en los wagashi o dulces tradicionales nipones como en las interpretaciones de la pastelería occidental, los reposteros japoneses aplican un grado de perfección y atención al detalle, así como refinamiento estético, únicos, con los que consiguen dulces impresionantes a la vista y suaves al paladar. Ingredientes como el té matcha, el sésamo negro, la leche de soja o el tofu añaden profundidad de sabor y matices, además de tener propiedades nutricionales y antioxidantes; y en muchas elaboraciones se utiliza harina de arroz libre de gluten, apta para celíacos.
Borja Gracia, chef ejecutivo experto en Japón y creador de Hattori Hanzō, se apoya en el maestro pastelero Ricardo Vélez, de la pastelería madrileña Moulin Chocolat, y la chef de pastelería de Hattori Hanzō, Hanayo Ueta, que han trabajado juntos para dar forma a una excelente carta de dulces en la que hay anpan, dorayakis, macarons de flores de sakura y crema de lichi; y bebidas como frappés de té verde, matcha latte o tés de importación. Propuestas para merendar en un espacio único: una tarima japonesa, mesas decoradas con orquídeas naturales y una delicada vajilla con toques japoneses y franceses, de lunes a domingo de 5 a 8 de la tarde.
Además, en este nuevo espacio se organizarán cursos de ceremonia del té, de cocina, de origami, y proyecciones de animación, cuyas fechas irán publicando en su web para todos aquellos interesados en la cultura japonesa.
Fuente: El Confidencial
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