La familia Bizkarra presentó ayer el pan junto a representantes de La Salve y Tecnalia.Foto: Pablo Viñas
La relación entre ambas marcas se remonta a los años setenta, cuando Luis Mari Bizkarra, fundador de la empresa, suministraba pan a la cervecera. Ahí comenzó una colaboración que, cuarenta años después, sirve para emprender un producto innovador.
Partiendo de estos recuerdos, La Salve y Bizkarra recuperan la combinación de sabores y marcas, pero esta vez mediante un producto resultado de un largo proceso de investigación. Esta unión se produce como consecuencia de un acuerdo de colaboración firmado entre ambas empresas hace cuatro meses, cuando Bizkarra estaba sumergida en la búsqueda de nuevos panes a partir de los sabores tradicionales locales.
El nuevo producto fue presentado ayer en sociedad en la panadería de la calle La Cruz del Casco Viejo. Al acto asistieron el fundador de la marca panadera, Luis Mari Bizkarra, y su hijo Eduardo; la actual propietaria de la empresa cervecera, Amparo Pérez-Yarza; su promotor, Eduardo Saiz, y la encargada del área de Bioprocesos de Tecnalia, María Chávarri.
El nuevo pan supone retomar la colaboración entre ambas marcas de los años 70, pero con un enfoque más innovador
ELABORACIÓN
Durante varios meses, ambas empresas han trabajado codo con codo en pruebas de elaboración en el obrador con distintas concentraciones de cerveza. En cada fase de la elaboración se han realizado las correspondientes catas para dar con lo que se buscaba: “Un pan único y con carácter”.
La gran característica con la que cuenta este pan es un ingrediente clave, que marca la diferencia entre otros panes: el lúpulo. Un componente imprescindible en la elaboración de la cerveza, que confiere al pan un característico sabor amargo: “Es un pan suave en la boca, con una acabado amargo. Perfecto para combinar con sabores ácidos como una vinagreta o una ensalada o también es perfecto para combinar con una pasta de queso suave, como puede ser el queso Brie”. Este ingrediente es utilizado desde la antigüedad en la medicina tradicional para tratar distintas dolencias y enfermedades, ya que contiene una acción antibacteriana, y tiene propiedades diuréticas así como antioxidantes.
El pan La Salve & Bizkarra está elaborado de forma tradicional, es decir, a mano, en un horno de piedra. El resultado: una barra rústica de 300 gramos, pensada para el consumo familiar, ideal para bocadillos o para elaborar todo tipo de propuestas hosteleras.
Esta barra aúna un proceso de investigación que en un futuro permitirá desarrollar, con la colaboración de la empresa de innovación Tecnalia, la elaboración de otros productos, como por ejemplo, galletas o bizcochos. Como el propio Eduardo Bizkarra aseguraba durante el acto de presentación de ayer: “No hemos hecho más que empezar”.
Este pan se puede encontrar desde ayer en todas las panaderías y pastelerías Bizkarra repartidas por Bizkaia. Asimismo, según el acuerdo, los establecimientos también venderán la cerveza. La propia familia Bizkarra explicó que su objetivo es abrirse a “un público nuevo”.
La gran característica con la que cuenta este pan es un ingrediente clave, que marca la diferencia entre otros panes: el lúpulo. Un componente imprescindible en la elaboración de la cerveza, que confiere al pan un característico sabor amargo: “Es un pan suave en la boca, con una acabado amargo. Perfecto para combinar con sabores ácidos como una vinagreta o una ensalada o también es perfecto para combinar con una pasta de queso suave, como puede ser el queso Brie”. Este ingrediente es utilizado desde la antigüedad en la medicina tradicional para tratar distintas dolencias y enfermedades, ya que contiene una acción antibacteriana, y tiene propiedades diuréticas así como antioxidantes.
El pan La Salve & Bizkarra está elaborado de forma tradicional, es decir, a mano, en un horno de piedra. El resultado: una barra rústica de 300 gramos, pensada para el consumo familiar, ideal para bocadillos o para elaborar todo tipo de propuestas hosteleras.
Esta barra aúna un proceso de investigación que en un futuro permitirá desarrollar, con la colaboración de la empresa de innovación Tecnalia, la elaboración de otros productos, como por ejemplo, galletas o bizcochos. Como el propio Eduardo Bizkarra aseguraba durante el acto de presentación de ayer: “No hemos hecho más que empezar”.
Este pan se puede encontrar desde ayer en todas las panaderías y pastelerías Bizkarra repartidas por Bizkaia. Asimismo, según el acuerdo, los establecimientos también venderán la cerveza. La propia familia Bizkarra explicó que su objetivo es abrirse a “un público nuevo”.
Fuente: Deia
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