El Gourmet Urbano: La Opinión de Deby Béard: Vinos y quesos, dos grandes placeres

jueves, 2 de julio de 2015

La Opinión de Deby Béard: Vinos y quesos, dos grandes placeres

Un creativo refrán para dos grandes placeres: vinos y quesos. Las Denominaciones de Origen sirven para designar y proteger a una zona geográfica específica que define las características de los productos que se producen en la misma. 


Las hay para vinos, aceites de oliva, y en el caso de Francia, también para quesos y mantequillas. En Francia, las siglas AOC que se refieren a Appellation d’origine contrôlée, se refieren a lo que en español conocemos como D.O. Ca., mismo distintivo con el que goza la Rioja en España. En Francia hay 46 AOC que incluyen 43 quesos, 2 mantequillas y una crema.

No es para menos. Francia disfruta de fama mundial por tener los mejores quesos, los más sabrosos, los más particulares, y por supuesto, los más olorosos y de sabor penetrante. Con una irresistible variedad de más de 300 quesos podríamos vivir todo un año probando un sabor y una textura diferente cada día. Ya sea de vaca, oveja, cabra, curados, semicurados, frescos, azules… en Francia siempre hay un queso por descubrir y un vino con el cuál probarlo.

Hablando de texturas, los quesos son clasificados con base a su firmeza, proporción y tipo de corteza. La firmeza está ligada al índice de humedad, por tanto a mayor índice o suero lácteo son más blandos o untuosos, como los famosos y deliciosos Camembert y el Brie, en tanto que a menor índice son de pasta dura, como el Gruyere, o incluso secos y desmenuzables como el queso Bryndza. Otro tipo muy particular de queso es el azul, famoso por su proceso en el que se perfora la cuajada para que se cultiven hongos que le dan su color característico. El Roquefort pertenece a esta categoría y su particular sabor tiene partidiarios y gustos encontrados.

Un buen queso merece un buen vino, y de preferencia una buena compañía además de la propia. Así, un queso blando se marida perfecto con un Cabernet Sauvignon o con una burbujeante copa de champaña Taittinger; el fuerte sabor del queso Roquefort se complementa con el cuerpo de un Frine Gerard Bertrand del sur de Francia. En caso de que se tenga un plato de quesos, la apuesta perfecta es por un vino de la region de Sauternes, como es el Frine hecho en la bodega de en Chateau Rieussec, cuyo sabor marida perfecto con la diversidad de sabores del lácteo, especialmente cuando son quesos azules.

debybeard@casabeard.com

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