Los beta-glucanos añadidos a alimentos, como el pan, pueden ayudar a controlar las cifras de colesterol o de glucosa en sangre
Imagen: monticello
Beta-glucanos: un tipo de fibra muy investigada
Los beta-glucanos son, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), un tipo de fibra dietética presente en los cereales. Se encuentran de forma natural en el salvado de granos como la cebada, la avena, el centeno o el trigo, así que al consumir cereales integrales (como pan integral) se toman, sin saberlo, beta-glucanos.
Estas sustancias no son nuevas en el ámbito de la nutrición. En 2008, en EROSKI CONSUMER se publicó un artículo titulado 'El papel de los betaglucanos en el control de la diabetes'. En él se detallaron diferentes estudios que asociaban el consumo de beta-glucanos con una mejoría en la regulación de la glucemia, pero también de los niveles de colesterol en sangre. Como se explica en el siguiente apartado, la EFSA respaldó, unos años después, estos beneficios, en parte gracias a investigaciones como las de AbuMweis y sus colaboradores (2010), Tiwari y Cummins (2011) y Whitehead y sus colaboradores (2014).
No obstante, antes del año 2000 muchos científicos consideraban que tanto la fibra dietética como los beta-glucanos no solo no ejercían ninguna función en el organismo, sino que se llegó a sugerir que podían resultar perjudiciales, por dificultar la absorción o el aprovechamiento de otros nutrientes de los alimentos. No deja de ser curioso que ese supuesto perjuicio sea precisamente el gran beneficio de los beta-glucanos: para la EFSA, la viscosidad que generan los beta-glucanos en el intestino es la que produce una disminución de la cantidad de glucosa o colesterol que el intestino absorbe de los alimentos presentes en el bolo alimenticio. Algo que puede resultar relevante para controlar la diabetes o prevenir las enfermedades cardiovasculares, aunque se deben cumplir unos requisitos para que exista un efecto positivo constatable, como se amplía a continuación.
Respaldo de la EFSA a los beneficios del beta-glucano
La EFSA, tras la evaluación de diferentes estudios llevados a cabo en humanos, considera probado, hoy por hoy, que el beta-glucano puede contribuir al mantenimiento de los niveles normales de glucosa o de colesterol en sangre, e incluso disminuirlos, siempre que se cumplan una serie de requisitos.
En el caso del mantenimiento o la disminución del colesterol, la EFSA exige a los fabricantes que quieran acompañar sus alimentos (como el pan con beta-glucano) de una declaración de salud, que el producto contenga un mínimo de un gramo de beta-glucanos provenientes de los cereales antes citados. Además, se deberá indicar a los consumidores que el efecto se logra si se consume a diario un mínimo de 3 gramos de beta-glucanos (repartidos en distintos momentos del día).
Para informar sobre beneficios relacionados con la disminución en las elevaciones de la glucosa sanguínea (algo de especial interés en personas con diabetes o con riesgo de padecerla, como las personas con obesidad), el alimento debe contener un mínimo de 4 gramos de beta-glucanos de avena o de cebada por cada 30 gramos de carbohidratos.
La EFSA no es la única agencia de alimentación que ha reconocido el posible papel del beta-glucano en la disminución del riesgo coronario (que se incrementa con el colesterol elevado o con la presencia de diabetes). También lo han hecho la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA), el Departamento de Salud de Canadá (Health Canada), la Agencia de Normas Alimentarias de Australia y Nueva Zelanda (Food Standards Australia New Zealand) o el Ministerio de Salud de Malasia (Ministry of Health Malaysia).
Añadir beta-glucano al pan para reducir el colesterol
Estudios publicados en 2007, 2009 (revista Diabetes and Metabolism) y 2014 (revista ARYA Atherosclerosis) han constatado que el pan enriquecido en beta-glucanos puede ser de ayuda en la disminución del colesterol sanguíneo o en el control de la glucosa sanguínea. Es una estrategia para tener en cuenta, dado que el pan es un alimento de elevado consumo en la población española, por lo que no supondría un gran cambio de hábitos en su patrón habitual de ingesta.
Es importante que el pan sea integral, por sus múltiples beneficios en la prevención de enfermedades crónicas. Y tiene sentido que, además, sea bajo en sal, dado que el pan es una de las principales fuentes de sodio en la alimentación.
¿Tan importante es controlar el colesterol elevado?
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) 2,6 millones de muertes al año guardan relación con la hipercolesterolemia (niveles elevados de colesterol), sobre todo a causa de la enfermedad coronaria, el tipo más común de las dolencias que afectan al corazón. Es un dato preocupante, máxime si se sabe que cerca de la mitad de la población adulta en España sufre hipercolesterolemia, según el estudio ENRICA (Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España). No extraña, por tanto, que la hipercolesterolemia preocupe sobremanera a las autoridades sanitarias españolas. El riesgo de mortalidad asociado al colesterol, en todo caso, depende de varios factores, y no solo del colesterol, como la edad, el tabaquismo, la presencia de hipertensión u obesidad y, sin duda, el estilo de vida que se siga.
Fuente: Eroski Consumer
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