Ocho razones para beber vino

Diferentes estudios e investigaciones demuestran que “tomar vino hace bien”, por supuesto, todo en su justa medida. Excusas infalibles para alzar bien las copas.

• Previene enfermedades cardiovasculares: Los científicos dicen que el vino tinto reduce la posibilidad de padecer una enfermedad coronaria, reduciendo la producción del colesterol “malo” y aumentando el “bueno”. Diferentes investigadores médicos –entre ellos el gran René Favaloro– afirman que el vino tinto equilibra la presión arterial; si bien se sabe que el consumo excesivo de alcohol provoca hipertensión, beber una copa al día de vino tiene el efecto contrario, porque baja la presión arterial.

• Reduce la formación de cálculos renales: la ingesta diaria de vino tinto disminuye el riesgo de desarrollo de piedras en el riñón gracias al compuesto anti-inflamatorio que contiene el vino, conocido como resveratrol. De acuerdo a la edición de febrero 2006 de “Clinical Nutrition”, el vino tinto puede ayudar a proteger las células del riñón de los daños causados por altos niveles de colesterol.

• Previene el Alzheimer: las mismas investigaciones demostraron que el resveratrol, además, produce efectos neuroprotectores, ayudando a que la famosa “enfermedad de la memoria” no se desarrolle.

• Previene el cáncer: El vino de producción ecológica, según un estudio realizado en la Universidad de la Borgoña y el Instituto de Agricultura Orgánica de Suiza, contiene doble cantidad de resveratrol, a la cual le atribuyen propiedades anticancerígenas y antioxidantes.

• Protege la próstata: Según uno de los últimos trabajos del Centro de Investigación sobre el Cáncer Fred Hutchinson, en Seattle, halló que el consumo de entre cuatro y siete vasos de vino por semana reducía a la mitad las posibilidades de sufrir enfermedades en la próstata.

• Mejora la función cognitiva: El consumo moderado de vino mejora el funcionamiento del cerebro y, en pequeñas cantidades, previene la demencia. Los científicos creen que se debe a que la elevada presencia de antioxidantes en su composición, la cual reduce la inflamación, impidiendo que las arterias se endurezcan e inhiben la coagulación, lo que mejora el riego sanguíneo.

• Ayuda a adelgazar: Según un estudio realizado en el Instituto Tecnológico de Massachussets, el consumo de vino tinto activa la función de un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y ayuda a movilizar las existentes. Si bien contiene siete calorías por gramo, en dosis moderadas, contribuye a reducir la obesidad y el sobrepeso al envejecer.

• Nos hace más felices: El consumo de vino –sobre todo en compañía– libera gran cantidad de endorfinas, la llamada hormona de la felicidad. De acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de California, al degustar vino se liberan endorfinas en dos áreas diferentes del cerebro, aumentando la sensación de placer.

Fuente: Infonews