El Gourmet Urbano: ¿Puede maridarse el vino con la gastronomía mexicana?.

viernes, 28 de agosto de 2015

¿Puede maridarse el vino con la gastronomía mexicana?.

La comida mexicana presenta una situación muy especial respecto a los vinos que pueden acompañarla.

La mayoría de sus platos son en general, de sabor fuerte y, por naturaleza de la cocina, condimentados, utilizando una gran variedad de chiles. Por esto los vinos tintos serian los más adecuados. Viéndolo de esta manera la aventura culinaria sería muy pobre y nos limitaría de disfrutar de una experiencia gastronómica distinta.


A la hora de combinar vinos con comida mexicana, se puede recomendar vinos procediendo del Nuevo Mundo (México, Chile, Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Suráfrica) para disfrutarla. De hecho, los platos ricos y especiados de México necesitan vinos de carácter, muy abundantes en notas frutales.

Por ejemplo:

La uva blanca Sauvignon Blanc (seca y aromática con sabores cítricos y a veces vegetales y minerales) se atrae perfectamente con el queso de cabra, el jamón serrano, el aguacate y los platos típicos mexicanos como el pozole, las picadas veracruzanas, las quesadillas, el arroz blanco, la sopa azteca, el caldo tlalpeño, la crema de hongo, el pavo relleno y los huevos a la mexicana.

La uva blanca Chardonnay (refinada y aromática, a menudo criada en barrica de roble para llevar más complejidad al conjunto con aromas especiados, avainillados, toques de mantequilla y bollería) se sirve con un pozole, enfrijoladas, quesadillas, tamal de elote, sopa azteca, crema de hongos, barbacoa, mole poblano, pavo relleno, pescado empapelado, hueva guisada.

Respecto a los tintos, la uva tinta Merlot (media ligera en taninos, con sabores afrutados y matiz a cacao) combina con las enchiladas rojas, quesadillas, lomo de cerdo con ciruelas, pescado a la veracruzana, calabacitas mexicanas.

La uva tinta Cabernet Sauvignon (tánica que aguanta bien un envejecimiento en barrica de roble) produce un vino con cuerpo y complejo para maridar con carnes fritas o en la parrilla, solo al sal, pambazos, enchiladas rojas, quesadillas, barbacoa, albóndigas de res, cabrito, filete a la tampiqueña, milanesas de ternera, mole poblano, venado asado, calamares en su tinta, pescado a la veracruzana, romeritos.

Estos son algunos ejemplos de maridaje. La finalidad es en ambos casos conjuntar las cualidades de los ingredientes y el potencial del vino con los platos para lograr una armonía de sabores.

Fuente: El Catavino

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