Aunque no hay apenas ciencia sobre los afrodisiacos, la sugestión puede caldear el ambiente. 9 alimentos para una vida sexual plena y 7 que toca desterrar
La palabra 'afrodisiaco' proviene de Afrodita, que es diosa de la sexualidad en la mitología griega. Este término, aplicado a la nutrición, hace referencia a todos aquellos alimentos que de algún u otro modo estimulan el deseo sexual. Los alimentos afrodisiacos han llenado páginas y páginas de libros a lo largo de toda la historia: desde el inmemorial Kamasutra hasta manuales actuales como La alquimia del amor. Los afrodisiacos naturales, de Leticia S. Jiménez-Pajarero (Ed. RBA).
Pero, ¿qué hay de cierto en todo ello? ¿Son un mito o es verdad que aumentan el apetito sexual? Según la famosa nutricionista y escritora norteamericana Cynthia Sass: “Los alimentos afrodisiacos funcionan y desempeñan un importante papel a la hora de aumentar la libido y procurarnos una vida sexual más saludable”.
Pilar Munné, dietista-nutricionista y miembro de la Asociación Española de Dietistas y Nutricionistas (AEDN), es de la misma opinión, aunque hace algunas matizaciones: “Efectivamente, hay alimentos cuyos ingredientes tienen una función vasodilatadora o intervienen en procesos hormonales que pueden ayudar a potenciar el deseo sexual, pero ojo, ninguno hace milagros.
Para que de verdad nos inciten al sexo tienen que darse otros factores como que nos atraiga la pareja, que estemos relajados, que nos encontremos en un entorno agradable… Los estímulos que recibimos a través de los sabores llegan a nuestro cerebro y ahí es donde nosotros, según cómo y con quién nos encontremos, les otorgamos el significado de excitantes o no. Muchas veces, el simple hecho de saber que un alimento tiene fama de afrodisiaco ya nos condiciona para que consigamos que funcione así”, explica la experta.
La ciencia no ha investigado mucho al respecto y se necesitan más estudios clínicos en humanos para sacar conclusiones, según Massimo Marcone, profesor del departamento de Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Guelph, en Ontairo (Canadá). Sin embargo, como dice la nutricionista, en la cama priman otros factores más allá de la evidencia. Formas, colores, sugestión, moda… Prepare la cena para que acabe en festival.
Nueve alimentos para una noche apasionada
Ostras
“Son los alimentos más ricos en zinc que hay en la naturaleza y este mineral resulta imprescindible tanto en la fabricación de esperma como para activar la testosterona y subir la libido”, afirma la nutricionista. Tal vez por ello el aventurero y escritor veneciano Giovanni Giacomo Casanova fuera tan aficionado a este manjar.
Sandía
Según estudios realizados en 2008 por científicos de la Universidad de Texas (EE UU), la citrulina que contiene esta fruta aumenta la producción de óxido nítrico, una sustancia que relaja los vasos sanguíneos y actúa de la misma manera que los medicamentos paracombatir la disfunción eréctil. El problema es que dicho compuesto se encuentra en mayor cantidad en la parte blanca que en la pulpa roja, por lo que para beneficiarnos del efecto afrodisiaco de la sandía habría que apurar muy bien las rodajas. Por otro lado, esta fruta también contiene una gran cantidad de licopeno, un pigmento que ayuda al buen funcionamiento de la próstata.
Granada
Un ensayo realizado en la Universidad Queen Margaret de Edimburgo (Escocia), publicado en Daily Mail en 2012, concluye que beber a diario un vaso de zumo de granada aumenta el nivel de testosterona (hormona esteroide) en hombres y mujeres. Y, como consecuencia, aumenta el deseo sexual en ambos casos.
Fresas
“En realidad, esta fruta no tiene más poder afrodisiaco que cualquier otra; sin embargo, las fresas siempre han funcionado como excitantes por su aspecto tan sugerente, acorazonadas y del color de la pasión. Además, combinan muy bien con el chocolate, que sí es afrodisiaco,”, declara Ángel Rodríguez-Coira, endocrino del Centro de Endocrinología, Diabetes y Nutrición, en Madrid.
Chocolate
Doctores del Hospital San Rafael, de Milán (Italia), han presentado unainvestigación en la Sociedad Europea de Medicina de Londres en la que aseguran que las mujeres que comen chocolate a diario manifiestan niveles de deseo sexual más elevados que las que no lo consumen. Según el doctor Rodríguez-Coira: “Esta conclusión puede deberse a que el chocolate contiene feniletilamina, una sustancia perteneciente a la clase de las anfetaminas, que libera nuestro cerebro cuando nos enamoramos, y triptófano, un aminoácido precursor bioquímico de la producción de serotonina por nuestro cerebro, un neurotransmisor que favorece la sensación de optimismo y bienestar. Es normal que la producción de estos dos compuestos acabe favoreciendo el deseo sexual”.
Pipas de calabaza
“Tienen fama de afrodisiacas porque su elevado contenido en ácido fólico y en zinc favorece la cantidad, la calidad y la movilidad de los espermatozoides”, comenta Rodríguez-Coira.
Espárragos
Ya en el siglo XVII el herbolario inglés Nicholas Culpepper aludía al poder de este alimento para mejorar la vida sexual. “Los espárragos son muy ricos en ácido fólico, una vitamina que influye en la función de los ovarios y la producción de esperma”, explica la nutricionista Pilar Munné.
Canela
“Popularmente se piensa que esta especia facilita la excitación porque estimula el riego sanguíneo en la zona abdominal y en los genitales, pero la verdad es que mucha canela habría que tomar para que funcionara como afrodisiaco. Son las creencias generalizadas y la sugestión las que la convierten en excitante”, asegura el doctor Rodríguez-Coira. Y su evocador sabor…
Aguacate
Asociado a la sexualidad masculina, los aztecas llamaban al árbol del aguacate “árbol de los testículos”, pues curiosamente esta fruta de peculiar forma cuelga de dos en dos en las ramas. Dice Pilar Munné: “El aguacate tiene efectos afrodisiacos porque es una importante fuente de vitamina E, que favorece la producción de testosterona, estrógenos y progesterona, y estas hormonas propician las respuestas sexuales”.
Siete alimentos que conviene evitar
De la misma manera que unos alimentos pueden ayudarnos a mejorar nuestra vida sexual, otros pueden complicarnos nuestra relación de pareja.
Carne roja
Una investigación llevada a cabo en la Clínica Cleveland (EE UU), en 2013, concluye que las grasas saturadas que aporta este tipo de carne afectan a los niveles de colesterol LDL. "Y esto, a su vez, disminuye la libido y el rendimiento en la cama de hombres y mujeres".
Productos enlatados
“Estos alimentos y bebidas contienen gran cantidad de sodio. Si abusamos de ellos, se eleva nuestra presión arterial y el riesgo de arteriosclerosis, lo que disminuye el flujo sanguíneo hacia los órganos sexuales y, por lo tanto, la respuesta orgánica a la excitación sexual”, afirma Rodríguez-Coira.
Bollería y pasteles
Según la nutricionista Pilar Munné: “Algunos de los peores alimentos para el sexo son los que contienen azúcar refinado (como los bollos y los pasteles), porque este tipo de azúcar disminuye la función de la glándula adrenal, que es la que nos ayuda a sobrellevar el estrés, y ya sabemos que éste constituye uno de los principales motivos de la falta de deseo en nuestra sociedad actual”.
Soja
En 2003, investigadores del Hospital de la Universidad de Gales (Reino Unido) observaron la influencia de la soja en los niveles de testosterona de hombres sanos. Durante mes y medio asignaron una dieta con y sin harina de soja a los sujetos. Al final del ensayo, descubrieron que el grupo que había tomado harina de soja había experimentado una notable disminución en los niveles de testosterona, en comparación con el grupo que había tomado harina sin soja.
Regaliz
No pasa nada por tomar regaliz de vez en cuando, pero una investigación publicada en 2012 en la revista médica Therapeutic Advances in Endocrinology and Metabolism insiste en que esta golosina contiene glicirricina, una sustancia que consumida en abundancia de manera habitual reduce los niveles de testosterona en los hombres.
Soda
Para disgusto de muchos, la soda no solo engorda. En 2011, el Central European Journal of Urology publicó un ensayo médico que aseguraba que el jarabe de maíz, que es el edulcorante principal de la mayoría de las sodas, combinado con sus azúcares refinados, aumenta los niveles de colesterol y perjudica al sistema cardiovascular, aumentando así el riesgo de disfunción eréctil.
Alcohol
Es cierto que el alcohol, tomado en pequeñas cantidades, ayuda a superar la timidez, facilita el cortejo y puede conducir a la relación sexual, sin embargo, tal y como expone un estudio de 2014 recogido en el Indian Journal of Psychological Medicine, su consumo excesivo disminuye los niveles de testosterona. “Y además afecta al hígado, que es uno de los órganos más implicados en la producción de hormonas sexuales”, advierte Pilar Munné. Dejar el alcohol durante un mesbeneficiará, sin duda, su vida sexual.
Fuente: El País
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