La evidencia científica vincula su consumo moderado con efectos positivos para el organismo. Además, favorece la sociabilidad
Algunos no pueden arrancar el día sin su ayuda. Otros lo eligen para la sobremesa, en lugar de o para acompañar el postre. También es la excusa para verse con amigos, hacer una pausa en el trabajo o concretar una cita. El café es más que una simple bebida, pero todavía es mirado de reojo por muchos que lo consideran nocivo para la salud. A la luz de la evidencia científica, especialistas afirman que, consumido en forma moderada, hace bien al cuerpo y a la mente.
“El consumo habitual de café es saludable. Tenemos un nuevo concepto, dejó atrás su carga negativa”, afirma la licenciada en Nutrición Andrea Rochaix, quien considera que sus bondades no se agotan sólo en los beneficios para el organismo. “Integra nuestra vida laboral y social. Es una bebida amigable, que es más que saludable”, dice.
Algo de eso se ve reflejado en los resultados de la encuesta nacional realizada por la consultora Isonomía en el mes de abril. El 65% de los 904 entrevistados de entre 18 y 80 años está de acuerdo con que las reuniones con amigos mejoran tomando café y la mitad asegura que después de consumirlo “se siente mucho mejor”.
La asociación entre el consumo habitual de café y la salud es un hecho ya indiscutible"
En diálogo con Clarín, Gustavo Cerezo, presidente de la Federación Argentina de Cardiología (FAC) enumeró los beneficios del consumo moderado de café (de unas dos a cuatro tazas diarias de 150 ml): “Mejora la memoria, la concentración y disminuye el deterioro cognitivo. Previene enfermedades neurodegenerativas como el mal de Alzheimer o el Parkinson. Mejora el estado de ánimo, el rendimiento físico ante el esfuerzo, disminuye el cansancio, la insulinorresistencia y mejora la función hepática”.
Hace menos de un mes se difundieron los resultados de una revisión científica de 36 estudios que involucraron a 1,27 millones de participantes realizada por investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard. Los datos mostraron que quienes consumían una cantidad moderada de café negro tenían menor riesgo de tener problemas cardio y cerebrovasculares, de diabetes, hepáticos, cáncer de hígado y Alzheimer.
Es muy importante tener en cuenta la sensibilidad individual a los efectos del café"
Para el cardiólogo y deportólogo Jorge Franchella “la asociación entre el consumo habitual de café y la salud es un hecho ya indiscutible. La evidencia actual sugiere que su ingesta puede ser parte de un estilo de vida saludable”.
En cuanto a su relación con la actividad física, una revisión científica de 33 estudios mostró que la cafeína (principal componente del café) favorece el rendimiento en personas que realizan ejercicios de resistencia y puede ayudar a reducir el dolor muscular, apuntó Franchella, que es director del Programa de Actividad Física y Deportes del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires.
“El café tiene mucho que ver con las emociones y con la vida de relación y eso también tiene que ver con la salud”, insiste Rochaix. “En las cafeterías las personas se reúnen, leen, conversan, comparten y pasan el tiempo. Y el café también forma parte de la cultura del trabajo. Los coffee breaks ayudan a reunir colegas y se describen como un mecanismo de supervivencia crucial, para hacerle frente a las tensiones laborales”.
Es una bebida amigable, que es más que saludable"
En lo referido al aspecto nutricional, Rochaix precisa que un pocillo de café aporta muy poca cantidad de sodio, 90 mg de potasio (fundamental para contracción y relajación muscular y el cuidado del corazón), magnesio y manganeso (que también impactan en el buen funcionamiento cardíaco), vitaminas B1 y B3. Y tomado solo o con edulcorante (sin azúcar, crema, chocolate o alcohol) no aporta calorías porque no contiene cantidades significativas de los tres macronutrientes: carbohidratos, las proteínas y las grasas. “Los granos de café son semillas cargadas de componentes protectores que tienen actividad biológica, que hacen algo positivo en nuestro organismo. Eso está sustentado en los fitocomponentes, que son los antioxidantes y otros compuestos. A eso, que trae naturalmente el grano de café, se les suman los atributos generados a partir del tostado”.
Más allá de que la evidencia científica le haya otorgado un lugar junto a los alimentos saludables, el presidente de la FAC considera que las recomendaciones nutricionales deben ser personalizadas, ya que “es muy importante tener en cuenta la sensibilidad individual a los efectos del café". Por eso recomienda consultar al médico de cabecera en especial a aquellas personas con enfermedades del tubo digestivo (como úlcera gástrica o duodenal, gastritis, reflujo gastroesofágico), hipertensión arterial no controlada o eventos agudos como infarto de miocardio, arritmias graves, entre otras, "porque podría estar contraindicado en esos casos”.
Lejos en el ranking
Seis de cada 10 consultados en la encuesta realizada en el marco de la 5° edición de la campaña Amo mi café aseguraron que juntarse a tomar café es “bien argentino”. Pero una cosa es la percepción y otra la realidad. Elegida principalmente en las grandes ciudades, nuestro país está muy abajo en el ranking de consumo. Según datos relevados por Euromonitor el año pasado, a la cabeza se encuentra Holanda, con 2,41 tazas por persona al día. Completan el podio Finlandia (1,85) y Suecia (1.36). Argentina aparece recién en el puesto 48 con 0,3 tazas, que equivale a un café cada tres días.
Fuente: It10Digital
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