Riedel lleva más de 50 años desarrollando la copa adecuada para cada variedad de uva. Dos de las variedades de uva más importantes de la península Ibérica tienen su propia copa; después de años de pruebas y catas se decidió que ninguna de las copas Riedel existentes eran adecuadas para un Tempranillo o un Tinto Reserva.
A continuación un interesante recorrido por la península Ibérica, para descubrir la copa Riedel adecuada para cada tipo de vino.
La copa Tempranillo
Esta copa se desarrolló entre 1993 y 1995 a raíz de diversas degustaciones en las principales regiones de producción de las variedades Syrah y Tempranillo.
Se realizaron catas con múltiples bodegueros influyentes que aportaron sus diferentes puntos de vista.
Estas dos variedades de uva tienen características similares, ya que en el paladar, se pone de manifiesto su sedosidad, estructura aterciopelada y los equilibrados sabores del vino. Los taninos se funden en la fruta, apareciendo dulce en el paladar.
Esta copa es perfecta para vinos de uva Tempranillo con una fuerte concentración de taninos, vinos con crianza. Para Tempranillos jóvenes, Riedel recomienda la Sommeliers Tinto Reserva.
La copa se incorporó a la colección Riedel Sommeliers y posteriormente a la colección Riedel Vinum.
Tinto reserva
Georg Riedel desarrolló la primera copa de vino diseñada específicamente para una de las grandes variedades de uva de la Península Ibérica.
Después de un prolongado proceso de prueba muy meticuloso que comportó tres grandes degustaciones entre finales de 1997 y finales de 1998, en las cuales participaron los mayores productores de esta variedad de uva, Pablo Álvarez (Vega Sicilia), Alejandro Fernández (Pesquera) y el Marqués de Griñón, se hizo evidente que las variedades de uva españolas eran muy camaleónicas y que necesitaban de copas específicas para ser degustadas.
La copa para Tinto Reserva es también apta para Tempranillos más jóvenes, con menos taninos y con notas frutales. Esta copa se comporta de manera excelente con vino más tánicos y de roble envejecido, como los grandes reservas de Ribera del Duero o los Riojas.
La copa Tinto Reserva se incorporó a la colección Riedel Sommeliers, ya que es la colección principal de copas varietales de Riedel.
Albariño y Verdejo
Los vinos Albariño y Verdejo tienen cualidades similares; son vinos de cuerpo medio, con una acidez bien equilibrada y con un contenido de minerales y taninos alto.
La forma de la copa Riedel aumenta el carácter afrutado y sutil del vino en el paladar. Es por eso que la copa Riesling es la más adecuada para degustar este tipo de vinos gallegos.
La copa Riesling es la más versátil de Riedel, permite degustar tanto vinos tintos como blancos, y por tanto probar diferentes vinos sin perder un ápice de los aromas y sabores propios de cada vino.
Esta copa se encuentra en todas las colecciones de Riedel, desde la última creación, Riedel Superleggero, pasando por las copas sin pie de la colección “O” o la colección Grape, una de las más originales de Riedel.
Cava
Ésta bebida espumosa elaborada tradicionalmente en Cataluña resulta cremosa en el paladar. Las copas para cava y champagne Riedel están diseñadas para captar esa cremosidad y para extraer los mejores aromas.
Su diseño permite sentir en la punta de la lengua el maravilloso cosquilleo de las burbujas. Las copas Riedel para champagne y cava están provistas de un grabado en la parte interior de la copa ¿Su propósito? proporcionar una superficie ligeramente desgastada que sirve para generar una corriente de burbujas y evitar que el champagne y el cava queden planos en la copa.
La típica copa de champagne se transforma en un vaso alto y estrecho en la colección Riedel “O”. El vaso para degustar Champagne y Cava es un vaso fácil de coger, versátil e innovador.
Jerez
La copa Riedel para vinos tipo Jerez está basada en la copa española original diseñada para Jerez. Se demostró que la forma clásica ya usada no podía ser mejorada, la copa permitía captar todos los aromas y sabores de un Jerez, por lo tanto, Riedel decidió producirla tal cual, sin ningún cambio.
Para vinos de más añada Riedel recomienda esta otra copa, la Oporto, la cual es capaz de transmitir los aromas clásicos de un Jerez añejo; grosellas negras, trufas, un toque de pimienta y un toque ahumado. Los vapores producidos por el contenido alcohólico del Jerez encubren, normalmente, los aromas citados, esto se evita gracias a la forma de la copa, esbelta pero pequeña. La copa destaca las notas afrutadas mientras que combina la acidez y los taninos para crear una armonía perfecta en la boca.
Fuente:Tecnovino
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